
La gente ama los tríos, pero pocos hablan de lo mucho que los tríos se aman entre sí. Y la muestra más contundente está fechada en el primer sábado de 1969. Recién desempacados de Nueva York, Jimi Hendrix y su banda the Experience arriban a la BBC, al oeste de Londres, para entretener a los seguidores de Happening For Lulu, un show semanal colocado en la programación local como platillo previo al noticiario de las seis.
La agenda está definida: Jimi y sus secuaces tocarán “Voodoo Child (Slight Return)” y “Hey Joe”, este último no por elección del guitarrista, sino por necedad y apetencia del productor Stanley Dorfman, quien se ha negado a que los invitados interpreten “All Along the Watchtower”.
A la espera de la señal, en el camerino los rockeros estiran piernas, se rascan ombligos y se fuman un trozo de hachís que un integrante del staff, dadivoso y anónimo, les ha obsequiado con la astucia con la que los reclusos contrabandean cajetillas de cigarro. Con el tiempo, el espacio y el mal humor modificados químicamente, los nenes aparecen en escena y rasgan el aire con «Voodoo…», a la que le sigue «Hey Joe». La cosa que hasta el momento ha marchado sin contratiempos de pronto empieza a descuadrarse. Pasados dos minutos, Hendrix detiene todo y empuña el micrófono: «Nos gustaría dejar de tocar esta basura y dedicar una canción a los Cream, independientemente de qué tipo de grupo son ahora. Esto va dedicado a Eric Clapton, Ginger Baker y Jack Bruce».
Sucede que precisamente este sábado, aquel trío ha anunciado su disolución, pero con el detalle de Jimi en televisión nacional la audiencia tardará unos minutos en conocer los pormenores del quebranto que los Cream vienen ventilando desde mayo de 1968. Baker y Bruce no se soportan, pero la agonía se ha prolongado por compromisos contractuales.
“Sunshine of Your Love”, la joya de joyas de la tripleta, retumba en el set. En la mira de unos cuantos técnicos que desean rajarle la garganta, especialmente el floor manager, Hendrix sonríe con picardía y continúa la osadía. Una señal llega y la imagen se difumina. Jimi dice… “Nos están sacando del aire”. Las cámaras enfocan a la presentadora Lulu, quien oculta su incomodidad con un agradecimiento bobalicón: “Bueno, eso fue increíble, gracias”. Los Experience se las ven con la producción y la reprimenda por el estropicio culmina con un veto de por vida. Ni falta hará. Hendrix no volverá.
Desde casa, Jack Bruce ha atestiguado este rebelde tributo. «Sabía que Jimi estaría ahí, así que encendí el televisor. Me conmovió, amábamos a su banda, él no era un tipo de persona competitiva y no fue una sorpresa que hiciera eso, pero ciertamente me voló la cabeza», admitió Bruce décadas después.
Para nutrir la biblioteca de las ironías, el germen de “Sunshine of Your Love” está en un concierto que la propia Jimi Hendrix Experience ofreció en el Saville Theatre de Covent Garden en enero de 1967, al que asistió el supertrío de la crema. “Jimi dio un show cegador. Creo que Jack no lo había digerido anteriormente, pero esa noche que lo vio en directo, apenas terminó el concierto, fue a casa y al día siguiente nos trajo el riff. Fue algo completamente dedicado a Jimi, y sobre eso construimos la canción”, recapituló Clapton a finales de los ochentas a la revista Rolling Stone.
En septiembre de 1970, Jimi murió en el cuarto 507 del Hotel Samarkand de Notting Hill sin saber que una de sus actuaciones apoteósicas, una de esas que enmarcaron su meteórico asalto al Reino Unido, llenó de adrenalina al bajista de Cream y lo hizo salir del Saville a todo galope para ir a tejer la base de «Sunshine of Your Love», composición que luego cautivó al zurdo a tal grado que no le importó desafiar a los chicos rígidos de la BBC en aquel sábado de enero, poco antes de las seis.
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