RADIOLARIA

“Una estrella pop para las horas demoníacas”. El encabezado de la revista Esquire fue incómodamente preciso para resumir en pocas palabras lo que el barbón The Weeknd cosechó durante el año uno de la era “Blinding Lights”, single que lanzó formalmente en noviembre de 2019, pero que se empachó de elogios y críticas luminosas en el pandémico y enmascarado 2020.

“‘Blinding Lights’ (es acerca) de cómo necesitar ver a alguien durante la noche, pero estás intoxicado… y así vas conduciendo y las luces de la calle te ciegan”, afirmó en el cenit de su popularidad Abel Makkonen Tesfaye, el moreno del look afro. “Pero nada podría detenerte en tu afán de ir a ver a esta persona porque sencillamente te sientes muy solo. Jamás me atrevería a promover el conducir tu auto estando alcoholizado, pero ese es el tinte oscuro que se da en esta canción…”, abundó con dos que tres matices el artista que en el amanecer de su carrera se vendió como un chaval tímido, taciturno y ensimismado, y que más tarde se asignó un par de señas de identidad como lo hacían los inmortales de antaño: un traje escarlata y un rostro contundido y amoratado.

Acaso la declaración del genio con respecto a “Blinding Lightning”, un guiño descarado a la década de los 80, no deba quedar en un simple dicho que escarbe en los versos de otro sencillo que sale al mundo a engullirse mareas de seguidores. Al final, no es nada raquítica la numeralia: para septiembre de 2022 la canción de altas velocidades y luces cegadoras había rebasado en la plataforma Spotify tres mil cien millones de reproducciones, una de esas cifras difícilmente legibles y cuya verbalización debe darse a trote lento para ser entendida.

En contraste con la contundencia de los números, la identidad de la chica que dispara esa urgencia en el conductor no está tan clara, pero en la mar de rumores se ha repetido que se trata de Bella Hadid, la modelo con quien el canadiense sostuvo un romance de picos y descensos a partir de 2015.