
En la época cumbre de su carrera, durante la promoción de la banda sonora de The Bodyguard, Whitney Houston concedió una entrevista a la poderosa MTV y llenó de alabanzas a una mujer distinta a la que se encontraba a diario en el espejo: “Amo a Chaka Khan. Ella hizo cosas que ninguna otra cantante es capaz de hacer, como armonizar una línea sacada de un verso. Nunca vi a alguien que lograra eso con tal perfección.”
Lleno de sinceridad, el elogio venía muy al caso. En aquel tiempo a Khan y Houston las unía especialmente “I’m Every Woman”, el megahit compuesto originalmente por Nick Ashford y Valerie Simpson y que en 1978 hizo que Chaka, habiendo dejado el grupo de funk de Chicago, Rufus, debutara como solista con tubo y subiera como la espuma en la lista del Billboard.
Para el soundtrack del filme que protagonizó con Kevin Costner, Whitney revivió el clásico y en los primeros días de 1993 puso en órbita un cover con aromas más bailables como segundo simple de promoción, después de clavar una banderola con la planetaria «I Will Always Love You». Arropada por genios de la producción como Michael Walden, David Cole y Robert Clivillés, la hija de Nueva Jersey abrió los mares con su voz, pero no olvidó el pertinente reconocimiento al objeto de su admiración en las tandas de grabación: en los últimos instantes de la canción pronuncia dos veces el nombre “Chaka” mientras sus coristas hacen ondular el «I’m every woman» una y otra vez. Además de ello, Houston invitó a Khan a aparecer en el video de la pieza a manera de gratitud por los tiempos en que la primera calentó el comienzo de su carrera siendo corista de la segunda.
Cánticos gloriosos entre chicas, la total ironía. Porque todas esas letras que interpretó Chaka, y muchos años después Whitney, salieron de Nick Ashford, uno de los compositores estrella de la mítica fábrica Motown.
“Valerie tenía la melodía de antemano y yo había escogido ya un título, así que cuando Chaka nos llamó para solicitar una nueva canción, sabíamos que teníamos la indicada”, contó Ashford en un cara a cara con David Nathan en el otoño de 1979. “Todo fue gracioso alrededor de esa composición porque líricamente tuve que imaginarme todo lo que una mujer anhelaba expresar sobre sí misma.”
Años después del fallecimiento del bienamado Nick, su viuda y mancuerna creativa contó a Oprah Winfrey una nueva versión de este episodio. Semejante, sí, pero más divertida. «Un buen día yo empecé a tocar estas notas musicales y Nick dijo… ‘Soy toda mujer, pero no siento realmente el verso’. Así que le respondí… «Coloca tu mano en la cadera y busca tu lado femenino, ahí lo encontrarás, ¡vamos, Nick!», recordó Valerie.
Oprah soltó una carcajada y luego una conclusión: «Claro, todo hace sentido… ‘I’m every woman, it’s all in me…‘. ¡Wow!, ¡wow!»
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