Cucharas

f608x342-160596_190319_0.jpgUn estridente ring poco después de las cinco le quebró el sueño a Artis en aquella mañana y en el resto de madrugadas del aciago mes de mayo de 2017. Alguien lo buscaba para darle la terrible noticia: acababa de ahorcarse Chris Cornell, el rockero a quien había conocido exactamente veinticinco años antes, cuando fue invitado a un concierto de Soundgarden para cumplir la bizarra encomienda de entretener a la gente con un acto basado en cucharas.

Entre lagañas secas y ojos mojados, con las sienes tensas y alguna parte del cuerpo despedazada, Artis apenas pudo colgar el teléfono. Había muerto un tipo de luz, un ojiverde pujante y talentoso que le había hecho sonreír en más de una ocasión. Uno de esos buenos… ¡buenos!

Antes de convertirse en Artis, The Spoonman, un performer callejero que se fue ganando a los paseantes de Port Townsend, Washington, por manejar y sobar cucharas de tal manera que sobre la banqueta creaba traqueteos celestiales, el californiano había sido uno de esos soldados estadounidenses que encontraron en los horrores de la guerra de Vietnam una razón para rodearse el cuello con una soga. Artis no se atrevió entonces a concretar su cometido, pero acá, en el silencio de una habitación de hotel en Detroit, su amigo sí completó el acto más amargo de la desesperanza. «Sentí rabia al enterarme, quise gritar», contó el diestro de las cucharas.

Poco después de su primer contacto con Soundgarden, Artis supo que Cornell se había inspirado en él para escribir las letras de «Spoonman», primer sencillo promocional de Superunknown, el álbum de 1994 que mandó a la banda de Seattle a los cielos del grunge para completar la santísima trinidad del género junto a Nirvana y Pearl Jam. «En el último momento me pidieron ir al estudio para participar en esta canción que me encantó porque tiene un gran ritmo», contó a Charlie Bermant el hombre que, tras ser blanco de mofas y burlas durante la infancia, se empeñó en ser el mejor «en algo» para mitigar su atronadora inseguridad y alejar los demonios del bullying. Fue entonces que las cucharas sirvieron para algo mucho más interesante que recolectar sopa.

En 2014, charlando con la revista Rolling Stone, Cornell alabó por última vez las habilidades y mañas de Artis que lo llevaron a invitarlo a participar en la grabación y respectivo video de aquel clásico: «He vendido millones de discos y he dado la vuelta al mundo con nuestras giras, pero no puedo hacer lo que él hace. No puedo llegar a un lugar, coger un instrumento y entretener a la gente hasta lograr que se les caigan las quijadas.»

Soundgarden ganó el Grammy de 1995 a la Mejor Interpretación de Metal con «Spoonman», el single que juntó a dos hombres atormentados por la depresión y acorralados en distintos momentos por una angustia de tal magnitud que los hizo hallar en una soga la forma de fugarse de este mundo. Al final, uno de ellos decidió quedarse. 

«Spoonman, come together with your hands, save me, I’m together with your plan, save me, save, save me…«

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