En el inicio de siglo medio planeta masculino miraba embobado el clip que la entonces todopoderosa MTV rotaba sin descanso: «Oops!, I Did It Again».
Aprovechando cualquier distracción de sus generalas, los ejércitos varoniles deponían las armas en silencio y se rendían ante una simplona edición de imágenes que mostraba a Britney Spears, arrollador símbolo sexual de finales de los noventas, con el cabello relamido y envuelta en un catsuit de látex color jitomate sobre la superficie de Marte.
Con diecinueve años, edad tan porosa y ambivalente que le había permitido posar en la portada de Rolling Stone enseñando parte de los pechos pero apretujando un teletubbie, la princesita de McComb coqueteaba en los cuatro minutos que duraba la canción con un guapetón astronauta, ambos muy lejos del asedio de los terrícolas.
Superada la mitad del video que Nigel Dick dirigió con un modesto presupuesto de 150,000 dólares, venía una pausa (puente, según el glosario de los músicos) en la que se daba un diálogo entre la despampanante marciana y el hombre espacial a casco quitado: «Oh, it’s beautiful. But wait a minute, isn’t this?…«, «Yeah, yes it is«, «But I thought the old lady dropped it into the ocean in the end…«, «Well, baby, I went down and got it for you«, «Aww, you shouldn’t have…«
Resulta que en este bobalicón flirteo interestelar el astronauta era un tipo espléndido, tan espléndido que se las había ingeniado para viajar 54 millones de kilómetros y llevarle a la rubia el diamante de diamantes, conocido en las salas de cine como «Corazón del océano». «Al ser MTV tan masiva en aquel tiempo, siempre imaginábamos un video congruente con la manera en que escribíamos una canción. La idea era simple: hacer que el puente incluyera una referencia a la cinta Titanic en la que Spears se queda con la piedra de la anciana del filme…», reveló Rami Yacoub, uno de los compositores clave que diseñó y pulió «Oops!, I Did It Again» hasta volverlo el clásico rompecorazones del pop femenino.
En 2020, año en que el ser humano aún no había puesto un Neil Armstrong en el planeta rojo en pos de hallar marcianas en látex, la ex integrante del club de Mickey Mouse agradeció en su Twitter un detalle de la NASA a propósito de una conmemoración que no podía pasarse por alto. «¡Hola @NASA!, recibí su regalo. Sé que han pasado 20 años desde que nos encontramos en Marte y sólo quería saludar (…) Diviértanse allá arriba», publicó Britney deseando suerte a «Perseverance», un rover destinado a auscultar los rincones de Marte como preparación para un viaje tripulado y proyectado para después de 2030.
En esas semanas que enmarcaron las dos décadas de «Oops!, I Did It Again», el staff de Spears desenterró un escueto testimonio que la cantante dio en las primeras semanas de 2000, cuando el sencillo que bautizó su segundo álbum estaba a punto de salir a devorarse el mercado: «Acabo de escuchar completo el nuevo single y me siento muy feliz. Es increíble, es maravilloso y lo considero superior a ‘…Baby One More Time’. Espero que los demás también lo sientan así. Ya veremos…»
A juzgar por los años posteriores, el «I’m not that innocent» se impuso al «My loneliness is killing me…»
Bueno, depende del periodo seleccionado.
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