Estridentes y energéticos, los Electric Six la rompieron en 2002 con «Danger! High Voltage», una vitamínica aleación de rock crudo y disco de tal potencia que los sinsentidos en las letras acababan siendo asunto menor.
Dos, tres, cuatro segundos… y el oyente había sido capturado. Con esa elegancia de presentador de programa de concursos, Dick Valentine lanzaba la alerta: «Fire in the disco!, fire in the Taco Bell..!» Pero luego un misterioso loco -que fuera a saber uno si era chica o chico- respondía con voz crujiente: «Don’t you wanna know how we keep startin’ fires..!»
El intruso era ni más ni menos que Jack White, el fundador de The White Stripes que aún no le volaba la cabeza a medio occidente. Encontrándose apenas su carrera en fase oruga, el guitarrista aceptó sin mamonería la invitación de los seis eléctricos y prestó sus gritos para adobar los versos de Valentine, cuyo nombre real es Tyler Spencer. Tan simple fue el trato que White no fue incluido oficialmente en los créditos del sencillo.
En un sinnúmero de entrevistas la cuadrilla de Detroit declaró en tono de broma que el colaborador era un mecánico llamado John S. O’Leary. Poco después el morbo alrededor de la canción se acrecentó, cuando algunos periodistas y seguidores del grupo coincidieron en que ése era el nombre con el cual Jack se registraba en la recepción de los hoteles con tal de pasar desapercibido. «Jack es un hombre de ideas. Creo que si él no hubiese participado en esta canción, yo no estaría dando esta entrevista porque nosotros no hubiésemos conseguido un contrato discográfico, así que siempre estaré en deuda con él», confesó con evidente gratitud Valentine en un podcast.
Habiendo sido salpimentada con los encantos de un rockero de semejante virtuosismo, «Danger! High Voltage» obtuvo el toque definitivo con el video matón que se mandaron hacer Mike Maguire y Tom Kuntz, unos genios tercos que no tuvieron misericordia al momento de poner sus ideas sobre la mesa y decidir arbitrariamente que en el clip únicamente apareciera Valentine, acompañado por una extraña veterana de gafas y en atuendo de dominatrix. Como premio de consolación, los rostros de los otros miembros del grupo fueron exhibidos en pinturas que aparecen brevemente en la edición, lo que causó descontento e irritación en el cuartel general. Más que el tiempo siempre sabio, el impacto en Reino Unido dio la razón a Maguire y Kuntz: la muy alta rotación del clip propulsó a la canción al segundo lugar en las listas de popularidad de la isla.
«Mi compañera en el video es Tina Kanarek, una abuela que tenía setenta y dos años en 2002. Era británica, pero vivía en Toronto y escuché que murió por ahí de 2006», expuso Valentine. «Alguna vez me mandó un correo electrónico expresando que se había divertido trabajando conmigo en el clip y que a sus nietos el resultado les había gustado mucho. Era una dama muy alegre y sé que hoy se encuentra descansando en un lugar mejor…»
Entre tanta maraña de integrantes oficiales y contribuyentes externos como Jack y Tina, el corte de alto voltaje jamás fue igualado por alguna otra composición de Electric Six. Y eso que la banda ha editado un sinfín de materiales. Y eso que el tiempo ha sido largo. Y eso que siempre hay manera de volverse aún más locos.
«Don’t you wanna know how we keep startin’ fires, it’s my desire, it’s my desire. Don’t you wanna know how we keep startin’ fires…»
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