Derrapa amorosa y maravillosamente la línea «As long as I’m here, no one can hurt you…»
Es un terso tributo al socorro, a la protección en medio del caos y la vorágine. Es el consuelo y cobijo de Finneas para su hermana Billie Eilish, la californiana de mirada adormecida que se tragó completito el 2019 con su álbum de iniciación, When We All Fall Asleep, Where Do We Go?, en el que le canta más a las pesadillas y a los sueños remojados en horror que a los chicos guapetones y a los abdómenes cuadriculados. Justamente uno de esos ciclones nocturnos en los que nadie, excepto nosotros y nuestra almohada escuchamos alaridos y crujidos, inspiró las letras de «everything i wanted, single escrito por ambos hermanos en su hogar en Highland Park, California, y publicado a finales de ese año de manera independiente a la placa.
La historia no tiene demasiados dobleces y se resume así: Eilish se arroja desde lo alto del Golden Gate, alimentando la fatídica popularidad de la rojiza mole de San Francisco que como ningún otro puente en el planeta, desde su inauguración en 1937, ha visto «gotear» decenas de cuerpos humanos. El hecho posee todos los aromas de un capítulo traumático y, sin embargo, transcurre sin exaltar a los seres más cercanos a Billie. Todos miran y nadie se atribula ni siente cosquilla alguna.
«Empezamos a escribirla porque literalmente soñé que me mataba y que a nadie le importaba el hecho. Todos mis mejores amigos y la gente con la que trabajo decían públicamente… ‘Oh, ella nunca nos agradó…’», confesó la cantautora, entonces con diecisiete años de edad, a Annie Mac, presentadora y DJ de BBC Radio 1.
La escena se hace lenta y el agobio se incrementa cuando la protagonista, habiendo caído a las aguas, intenta gritar. Ya zambullidos… todos somos mudos y cualquier pataleo se pierde entre miles de olas diminutas e implacables. El ruido de la bahía, cubriéndolo todo, es el primer sepulturero.
Repentinamente… la víctima despierta y se encuentra a unos pocos centímetros con el más leal de sus cómplices, el más fiel («I had a dream, I got everything I wanted, but when I wake up, I see you with me…«). Y así llega la calma y así se diluye la tempestad. «Mucho de lo que habla esa canción tiene que ver conmigo y con Finneas y con nuestro vínculo de hermanos, pero mi hermano siendo mi mejor amigo. Ya sabes, tengo estos sueños y no importa lo que suceda, porque él siempre estará para mí… y lo mismo de modo recíproco», refirió Eilish en dicha entrevista.
Aplastante, vitoreado y top 10 en veintiséis países, el sencillo acerca del mal dormir de su autora fue interpretado por primera vez en vivo en la Ciudad de México, irónicamente en la última escala del When We All Fall Asleep Tour, y su carátula oficial fue adornada por el artista británico Jason Anderson, quien trazó una imagen abstracta y psicodélica del Golden Gate, el perverso mastodonte de acero que alguna vez se instaló en la mente de Billie para voltear toda lógica: convirtió una realidad en fantasía.
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