F.U.C.K.

VH.jpgDe pronto… al fibroso Sammy Hagar le dio por pensar en letras más hondas y sumar un vocabulario menos pueril a la causa Van Halen.

Arrancaban los noventas, ya no era lucidor pasearse como rockeritos orteras de greñas muy largas e ideas demasiado cortas. El asunto cambiaba y el cantante de los rizos, habiendo cumplido en buena medida el objetivo de chamuscar el recuerdo del atlético David Lee Roth, se decía harto de facturar canciones basadas en encerronas sexuales con chicas de tetas prodigiosas. Aunque treinta veces menos carismático que su antecesor, Sammy deseaba ponerle palo a la frenética rueda de los trapos sudados y los carnavales de poca monta, y hacer más respetable la biografía.

Si bien el cuarteto capitaneado por Eddie Van Halen tenía casi terminadas las grabaciones de For Unlawful Carnal Knowledge, disco que Hagar se obstinaba en titular F.U.C.K. para sentirse reventador y merecer la pegatina de censura, quedó suficiente margen para una experiencia ajena a la juega. Y de ahí emanó el hit más aplaudido de dicho álbum: «Right Now».

«Estaba en una pausa, descansando de consultas con doctores y psiquiatras. Retozaba, me sentía demasiado bien en la playa en este hermoso y cálido día en Malibú. El sol brillando, las olas rompiendo. Creo que entré en un instante de meditación, estaba justo ahí, en un momento único», rememoró Sammy en 2015.

«Cuando salí de ello y me percaté de todos los deberes que había que cumplir, pensé: ‘Wow, lo único que quisiera es estar ahí, de regreso en aquel sitio, en ese punto exacto. Y entonces… empecé a escribir la canción. Creo que cuando compones así, basado en una vivencia, inmediatamente puede brotar una canción sin época. No tengo duda de que será grandiosa por siempre».

Y, en efecto, cuando la banda amasó acordes y versos, nadie dudó que «Right Now», con esa tremebunda dosis de maestría, podía inocularse en las estaciones de radio con alcances semejantes a «Jump», himno milenario que abanderaron la guitarra de Eddie y los brincos de récord olímpico de Roth. Así que, aprovechando que el carro ya estaba encendido, solamente restaba decorar la joya con un video a la altura.

Sin embargo, a Hagar este enésimo intento de besuquearse con la imperial MTV y de mezclar rock fornido con imágenes adornadas por el director Mark Fenske para cautivar televidentes le sacó sarpullidos. No bastó que el clip fascinara a sus compañeros y terminara siendo el «Thriller» de Van Halen; al de Monterey le infectó el intestino que Fenske incrustara a cuadro una cascada de enunciados a la par de la música, muy ad hoc con los comerciales de la época. Enunciados que, según él, percudían sus letras de terciopelo.

Con el propósito de no ser localizado, el volcánico Hagar huyó con su mujer a Carolina del Sur y después arponeó tanto como pudo su participación en la producción, según confesó él mismo en 2013. «Cuando aparezco en el video cruzado de brazos, negándome a hacer sincronización con los labios, es porque en verdad estaba encabronado. Cuando al final del mismo cierro la puerta del camerino con un azotón, es algo real.»

Como sea, con enfados miniatura o grandes rabietas, a Sammy le pareció un sacrilegio que aquel altísimo momento en la playa de Malibú acabara nublándose con las mentecatas ocurrencias del maldito Fenske, a quien únicamente le interesaba ganar el Video del Año en MTV.

Y triplemente maldito el director que -F.U.C.K- ¡consiguió ese galardón y dos más!

«Miss the beat, you lose the rhythm, and nothing falls into place, no only missed by a fraction, slipped a little off your pace…»

Una respuesta a “F.U.C.K.”

  1. Rolon, pero mejor aun el video.

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