«Cuando The Bodyguard se convirtió en un éxito, yo me había casado poco antes y estaba por tener a mi bebé. Así que hilaba matrimonio, película y bebé… ¡Bam!»
Whitney Houston lucía radiante, extasiada. El recuerdo era atractivo. Desplegaba una amplia sonrisa ante su entrevistador en el año 2000, sacando a la plática detalles y memorias de «I Will Always Love You», tema central del filme que se metió en el torrente sanguíneo de las bandas sonoras… para nunca salir de ahí.
Habían pasado poco más de ocho años desde el estreno de la cinta -una rareza igual de culto que masiva- en la que Houston compartió el papel protagónico con Kevin Costner, hombre sorpresivamente clave en el destino de la canción concebida y escrita por Dolly Parton en 1973.
«Nuestra misión era buscar temas para la banda sonora de The Bodyguard. Necesitábamos encontrar la canción… ¡la canción!… esa que diera cohesión a la película. Kevin es amante de la música, se sabe todas las canciones, viejas y nuevas, así que se dedicó a hurgar en su colección de discos y yo la mía», reveló Whitney en la charla. «Habíamos hablado de la pieza de Dolly Parton, pero yo la descartaba porque era esencialmente country. Kevin volvió un día y me dijo: ‘Estoy seguro, es la canción indicada, debes escucharla.’ Finalmente lo hice y me impactó.»
A los 29 años, la nacida en Nueva Jersey provocó que el planeta entero se le arrodillara con la toma definitiva que capturó el productor David Foster, a quien también había abordado el ansioso Costner para convencerlo de escuchar la versión de Parton, meterse al estudio y aprovechar los pulmones olímpicos de Houston.
«Oí la melodía original y al instante delineé la grabación en mi cerebro, incluido el clímax. Fui con Whitney, la toqué de forma distinta y su cara se iluminó. Ella lo sabía, yo lo sabía. Habíamos dado en el blanco», compartió Foster con ABC News.
La cristalina interpretación de la estadounidense tuvo efectos monstruosos y resonancia nivel Krakatoa. Su lanzamiento como single en noviembre de 1992 reseteó el vínculo entre la música y el cine, alcanzando todos los callejones posibles y conquistando el número uno en todo el globo. «I Will Always Love You», el cover, trituró la maqueta de Parton a tal grado que ésta debió rendirse ante Whitney en varias entrevistas, pero especialmente en una con el legendario presentador de CBS, Dan Rather. «Cuando la oí cantarla acapella, no pude creerlo. Iba en mi coche y por poco me da un ataque al corazón. Fue algo abrumador, espectacular, yo no podría haber hecho algo así», dijo la veterana de Tennessee.
Como si el bebé parido por una mujer hubiera acabado en brazos de otra, los voluntariosos seguidores de Houston encendieron una antorcha, tomaron un estandarte y reclamaron un derecho ilegítimo, basados simplemente en la magnificencia de la reinterpretación de su adorada diva.
«Hay gente que me dice: ‘La canción es de Whitney…’ Yo les respondo que sin problema pueden darle el crédito, que yo sólo quiero las regalías», añadió la sonriente Dolly, poniéndole a la resignación la máscara de la cortesía.
Dos décadas después de colocar «I Will Always Love You» en el cielo y ser la médula espinal del soundtrack más vendido de la historia, Whitney murió en Los Angeles a los 48 años. Sus impecables agudos se habían evaporado en los últimos recitales y las disculpas en el escenario fueron recurrentes, a la par de un semblante esquelético, propio de una mujer que llegó a admitir no haber usado más de una pijama por meses.
La estrella había perdido a su protector, a su guardaespaldas.
«I hope life treats you kind, and I hope you have all you’ve dreamed of, and I wish to you joy and happiness, but above all this, I wish you love…»
Opina en Radiolaria