Se veía como Britney, se asemejaba a Britney, olía a Britney, se vestía como Britney y caminaba al ritmo de Britney.
Y aún así… Justin Timberlake negaba una y mil veces en 2003 que el clip de «Cry Me a River», coprotagonziado por Lauren Hastings -una actriz calca de Britney Spears-, tuviera algo que ver con su ex.
«No hice este video para sentarme cómodamente y hablar largo y tendido sobre ello. Es un video, y cuando lo ves, tienes o no tienes sentido del humor. La chica que sale ahí no representa a nadie. Es meramente una mujer en un papel. Yo no he dicho nada públicamente sobre mi relación», le dijo el otrora integrante de *N Sync a Rolling Stone.
Eso sí, después de la catarsis, admitió a la publicación que había llamado a Britney para que no malentendiera la intención del video dirigido por Francis Lawrence. Un propósito muy ad hoc con la inmadurez de un nene de 22 años al que la prensa bombardeaba con preguntas del corazón en detrimento de su reciente emancipación musical: «Ella se portó bien, estamos bien. No hay resentimiento entre nosotros. ¿Por qué tanto alboroto? Si alguien es el malo en el clip, ése soy yo.»
Y sí. Las imágenes de la producción, con una cromática verdosa y una pertinaz lluvia, muestran a un Timberlake canturreando durante cinco minutos sin esbozar una sonrisa, rencoroso, sañudo, revanchista a más no poder. En la parte final del video salta a escena esa mujer idéntica a Spears, a quien Justin le deja de recuerdito una grabación teniendo sexo con otra, como si con esta ficción consumara parte de su venganza.
«Lo interesante es que Justin, durante la grabación, jamás mencionó el nombre (de Britney). Digamos que se sobreentendía de qué se trataba y lo que significaba», reveló Lawrence años después a Yahoo!
El pataleo de Timberlake y su absurda negación de lo evidente cesaron en 2011 con la transmisión de un capítulo de E! True Hollywood Story dedicado a Timbaland, célebre productor que le ayudó a cincelar «Cry Me a River».
«Fue a un concierto de Britney y ésta dijo cosas sobre él en pleno show que lo hicieron encabronar», narró Timbaland en la emisión, para luego dar pie a la declaración del ex *N Sync que todos esperaban: «Acababa de tener una llamada telefónica que no fue precisamente la más agradable. Entré al estudio y Timbaland notó que estaba realmente molesto.»
Del intento del vivificante rapero por calmar a su nuevo pupilo tras el desaguisado vino la emanaron las primeras líneas de «Cry Me a River»: «Le dije… ‘Hombre, no te aflijas’ y lo puse a trabajar, y Justin expresó algo como… ‘No puedo creer lo que me hizo’… y luego empezó con ‘You were my sun, you were my earth…‘»
Mientras Timberlake se sobaba el alma echando versos y versos, el productor se apegó a lo suyo y balbuceó el pegadizo compás. La cocina trabajó a máxima capacidad y, luego de hora y media, la lluvia paró y los cielos se mostraron amplios y despejados. La mancuerna de sureños (el cantante de Tennessee y el genio de Virginia) había esculpido el gran single del álbum Justified, un clásico instantáneo que reinterpretaría una docena de artistas y que se llevaría, además, un Grammy.
Y volviendo al clip, si bien ganó el premio de MTV al Video Masculino del Año, quizá fue más relevante la confesión que le hizo Lauren Hastings a la revista Q a mediados de 2009: «Grabamos durante tres días en Malibú, al lado de la casa de Cher. Estaba muy nerviosa y cuando por fin pude conocer a Justin, él me dijo que me había escogido porque me parecía demasiado a Britney…»
Confidencia de quien se veía como Spears, olía a Spears y se vestía como Spears. La revancha requería justamente eso.
«Girl I refuse, you must have me confused with some other guy, the bridges were burned. Now it’s your turn… to cry»
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