RADIOLARIA

«El tema que sigue lo escribí inspirado en el día en que intenté convencer a un hombre de que bajara del techo. Sucedió en Nueva York…»

Extraviada en la brevísima penumbra de un escenario entre una canción que terminó y la que estaba por comenzar, la frase del esquelético Tim Booth se enredó con los primeros acordes de guitarra de su inseparable cómplice, Saul Davies, frente a una multitud de británicos.

Palabras y notas que en conjunto desataron una atronadora ovación de la gente que asistió al recital de James la noche del 9 de mayo de 2016 en la ciudad de Norwich, al este de Inglaterra. Pero la euforia brotó especialmente en los hinchas de hueso colorado que, dado su fanatismo, anticiparon la pieza a la que hacía alusión el vocalista del colectivo inglés.

Porque ya lo había revelado el propio Tim años antes, durante un concierto en Manchester que quedó inmortalizado en video: «Tomorrow», single lanzado oficialmente el 21 de abril de 1997, había surgido a partir de un desesperado intento del músico por impedir que uno de sus amigos se suicidara arrojándose desde la parte más elevada de una casa.

«I see you falling, how long to go before you hit the ground, you keep on screaming, don’t you see me here? Am I a ghost to you?«, canturrea el frontman que en sus frenéticos bailes pareciera estar siendo masacrado por un escuadrón de fusilamiento.

Booth jamás quiso revelar el nombre de aquel amigo en pena; mucho menos aclaró si logró disuadirlo y, con ello, desactivar el propósito de terminar con su vida. Así que al paso de los años lo único que quedó como testimonio concreto del hecho fue esta vibrante composición y su grandísima aceptación entre los discípulos de James. Prueba de ello es la gritería que se desata cada vez que forma parte del repertorio en directo.

Precisamente en una de esas memorables actuaciones del grupo, en Glastonbury 2017, el citado Saul Davies aderezó la introducción de este single del álbum Whiplash con un sermón muy particular.

«Este tema lo dedicamos a la gente brillante y maravillosa que votó por la permanencia. Nos da mucha tristeza encontrarnos aquí, ciertamente honrados de estar frente a ustedes, pero unidos en un gran sentimiento de congoja por el hecho de que nuestro país dio la espalda a la gente. ¡Al diablo con ellos!», vociferó enérgico el guitarrista, haciendo referencia a la entonces reciente votación de la mayoría británica de dejar de pertenecer a la Unión Europea.

No queda duda. Con esas líneas musicales que ofrecen esperanza y se oponen tajantemente a un destino dictado («Gotta keep faith that your path will change, gotta keep faith that your love will change tomorrow«), la gema noventera que se tocó por primera vez en marzo de 1993 está hecha a prueba de tiempo, pecado y circunstancias.

En el chart de Reino Unido su recepción fue favorable. Si bien no superó el noveno lugar de «She’s a Star», sencillo que lo precedió como parte de la promoción de Whiplash, «Tomorrow» se quedó a sólo un par de peldaños del top 10 en mayo de 1997. Y en cuanto a las críticas, el usualmente rasposo NME se valió de total ironía para arponear a la banda y a su comandante: «Por cortes así es que ellos siguen siendo geniales: altísima sinceridad, emoción heroica, optimismo de largo alcance. A últimas fechas Booth ha invitado a su público de los conciertos a ignorar lo que publica la prensa, así que aquí está nuestro consejo: ¡Es un gran disco, salgan y cómprenlo! Ahí está, ignoren esto…»

Por fortuna, Booth es un torbellino imparable y un testarudo inmutable, un genio con terquedad y pelotas suficientes como para mantener hits como éste en los oídos de sus fieles, ya sea por la fuerza in crescendo de la melodía o por el indeleble recuerdo de aquel desdichado amigo que pensó en pegar un último salto.