De conspiraciones y Kaufman

kaufman.jpgUn cuarto de siglo después de la creación de «Man On the Moon», quizá el corte estandarte del disco Automatic For The People, el bajista de R.E.M. contó algo de lo que aquella oda a la carrera de Andy Kaufman intentaba proponer a nivel lírico… partiendo de una premisa imposible: hablar de todo basándose en un personaje.

Sí, Mike Mills desmembró la obsesión que en el amanecer de los noventas tenía el vocalista Michael Stipe por aquel neoyorquino legendario y paladín del anti-humor que se autodescribió como un «artista de novedades». Kaufman, el especialista en bromas surrealistas que vivió sólo 35 años y dejó de existir por culpa de un cáncer de pulmón… sin ser siquiera fumador. Surrealismo hasta el ataúd.

«Andy no era un comediante, no era un cómico. Era un artista de performance. Parte de lo que hizo fue gracioso, parte fue irritante, pero siempre fue un provocador», le dijo Mills al NME.

Tan peculiar personalidad embrujó a Stipe y el resultado fue «Man On The Moon», corte ad hoc para conspirar contra todo lo que nos han dicho que ha sucedido y que eventualmente R.E.M. empleó como un constante momento de excepción en cientos de recitales alrededor del mundo. No era para menos. Se trata de una composición con un tallo alto y fuerte como pocos en su brillante carrera, aun cuando en un inicio se concibió como una joya instrumental.

«Andy es el fantasma perfecto para llevarte a esa senda de cuestionamientos. ¿Se dio en verdad la llegada a la Luna? ¿Elvis realmente está muerto? En aquel momento él era una especie de figura efímera, así que era el prototipo perfecto para unir todo esto mientras viajas a través de la infancia y de las coyunturas de la vida», detalló el bajista.

«Así que Michael trabajó arduamente casi al final de las sesiones y nos obsequió estas hermosas letras en las que confluyen la duda, la creencia, la transición, la conspiración y la verdad».

Habiendo sufrido la expansión del mal del pulmón al cerebro, Kaufman murió el 16 de mayo de 1984 en Los Angeles y fue enterrado en el cementerio de Beth David, en Elmont, Nueva York. Este último dato suele acompañar la información de su fallecimiento porque, se crea o no, muchos consideraron a Andy capaz de fingir su propio deceso a cambio de seguir peloteando con la psique del mundo.

«Como tal, era alguien a quien no se le puede definir en términos de lo que era y lo que no era. ¿Estaba muerto?, ¿estaba fingiendo?», dejó al aire Mills en la mencionada charla con el semanario británico.

Una mente irremplazable capturada en las letras de otra mente irremplazable. Kaufman y Stipe, enredados en los acordes de un himno country, fino y lejano a la traducción burda y facilona. Algo no precisamente automático para la gente.

«Andy did you hear about this one? Tell me, are you locked in the punch? Hey Andy are you goofing on Elvis, hey baby, are we losing touch?»

 

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3 respuestas a “De conspiraciones y Kaufman”

  1. Siento que a veces las interpretaciones de una persona o convertir a alguien en un personaje pueden ser más interesantes que la misma realidad. Suena bastante interesante ese tal hombre de la luna

    Bien Stipe, y algo guapo también jaja

    Tqmmm!!!

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