En las páginas del diario británico The Independent fueron publicadas estas líneas en mayo de 1997: «Las letras de (Martin) Gore a menudo reflejan la vida tormentosa de (Dave) Gahan, y el disco ULTRA no es la excepción, desde el sencillo ‘Barrel of a Gun’ hasta la conmovedora ‘Home’«.
La afirmación de Glyn Brown, responsable de la nota sobre la entonces nueva producción de Depeche Mode, respondía a la más elemental lógica tras los 24 meses previos en la «vida» del vocalista del grupo, quien en 1995 se había cortado las venas aislado en una total depresión y en 1996 había sido devuelto de entre los muertos a los dos minutos de sufrir un paro cardíaco, producto de una letal mezcla de heroína y cocaína en Los Angeles. De milagro estaba aún en el mundo y aquel álbum significaba no solamente su retorno, sino la declaración de supervivencia de una cuadrilla musical que había quedado a punto de la extinción.
Pero tales aseveraciones del periodista sobre esos dos singles de ULTRA pronto fueron sepultadas por Gore, entonces único letrista en el campamento Mode. «No me dedico a escribir la banda sonora de la vida de Dave», sentenció contundente el rubio.
En particular, «Home», cantada precisamente por Gore, destacaba del resto de las composiciones del álbum. Pero el mayor misterio yacía en sus letras, profundas, emancipadoras en algún sentido y condimentadas con el catártico sonido de violines que convirtieron la pieza en un poema sonoro y alabado por los fans del trío.
«Here is a page from the emptiest stage, a cage or the heaviest cross ever made…«, era parte de la lírica que los críticos y la prensa especializada relacionaban con los excesos de Gahan. Todo embonaba, así que resultaba tentador aderezar tales vicios del vocalista con canciones supuestamente inspiradas en sus momentos límite.
Pero Gore volvía a aclarar en aquel artículo titulado Music a la Mode que las tragedias de un músico no siempre son transformadas en arte. «¿Glamour? No estoy seguro que vaya en ese sentido. El glamour atrae a la gente y la prensa alrededor de este álbum no atraerá a nadie.»
Fue hasta 2005 que el compositor dio algo de luz con respecto al sentido real del tema lanzado oficialmente como single el 16 de junio de 1997 y, desde entonces, pieza recurrente en los conciertos del trío que suele calar hondo en sus devotos.
«Una de mis temas favoritos que no fue pasado por alto fue ‘Home’. Creo que en aquel tiempo estaba bebiendo en grandes cantidades y la canción era acerca de aceptar este hecho», confesó Martin, dejando en claro que jamás ha creado belleza sin sus respectivos pedazos de drama.
«El alcohol fue parte de pertenecer a una banda. Es casi aconsejable que te embriagues todo el tiempo. La gente se decepciona si no lo haces (risas). Y siempre hay alguien cerca queriendo darte algo», admitió el también guitarrista en otra charla con The Quietus en 2009.
Así pues, esta gema en el, digamos, «nuevo testamento» de la historia depechera no fue un relato simplón a partir de la convulsa vida del vocalista que llegó a usar cada entrevista de finales de los años 90 como terapia psicológica.
No.
Lejos de exponer las aventuras demoníacas del sensual Gahan, los versos desnudaron sin mesura los recios torbellinos y los oleajes internos del siempre angelical… Gore.
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