RADIOLARIA

«Esta canción la escribí en Asia».

Así presentó Charlie Puth el tema «We Don’t Talk Anymore» en su concierto del 18 de agosto de 2016 en Seúl, desatando sonora gritería de las fans coreanas que conocían todas y cada una de las estrofa del sencillo.

En efecto, como bien dijo el joven, la maqueta surgió en una habitación ubicada en el último piso del Hotel Mandarin, en la ciudad de Tokio.

Detrás de uno de los ventanales, Puth miraba la estampa de una urbe imponente y muda al mismo tiempo. Inspiración suficiente para crear algo, un tema, una pieza que fuese «distinta», una especial, una que despuntara.

El músico no quiso que se esfumara esta especie de epifanía y llamó a uno de sus guitarristas para hacer de la idea un objetivo concreto, un plan colectivo, un single llegador, aun cuando fuese solamente la estructura básica lo que ahí se avanzara.

Pero el esqueleto tenía que complementarse con alma y sustancia, y eso emanó de un encuentro de Puth con uno de sus amigos, mientras paseaban por una calle de Los Angeles.

«Recuerdo una conversación con un gran amigo que acababa de terminar con una chica y le dije algo como ‘Y bien, ¿ya no piensas hablar con ella?’ Respondió… ‘No, no nos hablamos ya.’ Simplemente intentaba animarlo, pero ahí surgió una melodía agradable y me di cuenta de que empataba a la perfección con la guitarra», reveló el nacido en Nueva Jersey a MTV News.

La pieza se perfeccionó en Filipinas y, en cuanto a la grabación final, Charlie encontró en su amiga Selena Gomez a la mancuerna perfecta.

«Ella estuvo involucrada en un noviazgo público lleno de altibajos, así que podía relacionarse sin problema con la canción y con la carga sentimental. Le mostré la melodía y ella simplemente empezó a cantar el segundo verso».

Conmovido y convencido, Puth pidió a Selena grabar junto a él la versión definitiva. El resto… es historia: «We Don’t Talk Anymore» debutó como tercer sencillo del álbum Nine Track Mind el 24 de mayo de 2016 para convertirse inmediatamente en uno de los cortes más vitoreados en los shows del cantautor.

Una muy lograda composición de parte de un diamante en bruto que, pese a su inexperiencia, golpeó duro el mercado y colocó el sencillo en altos peldaños de Estados Unidos y Reino Unido.

Así, tan fuerte como golpean los amores quebradizos… cuando la edad es corta y parece imposible volver a sonreír.

«Should’ve known your love was a game, now I can’t get you out of my brain, oh, it’s such a shame…»