«I never wanted to be your weekend lover, I only wanted to be some kind of friend. Baby, I could never steal you from another, it’s such a shame our friendship had to end…»
La legendaria Stevie Nicks se sintió rebasada cuando Prince le pidió escribir las letras de una composición de poco más de 10 minutos de duración, titulada «Purple Rain».
«Era tan abrumadora que la escuché y me asusté. Le llamé de regreso y le dije ‘No puedo hacerlo. Quisiera, pero es demasiado para mí», contó en alguna ocasión la otrora integrante de Fleetwood Mac a Star Tribune.
Ante la negativa, Prince Roger Nelson, el esquivo y virtuoso genio nacido en 1958, no insistió mucho y decidió encargarse de la pieza en su totalidad, quizá sin saber que tal composición se convertiría en uno de los cortes más alabados en su carrera.
La grabación se llevó a cabo en agosto de 1983 en el club First Avenue, en Minneapolis, con un músico muy temeroso de que el sonido de la canción fuese muy similar a «Faithfully», trancazo comercial de Journey. A raíz de ello, Prince llamó a Jonathan Cain, mandamás de aquella agrupación estadounidense, para preguntarle su opinión y, de algún modo, pedir su «bendición». Éste no tuvo problema alguno.
«El tomó las cuerdas de ‘Faithfully’ y las colocó en ‘Purple Rain’ y no reparó en ello hasta que escuchó nuestra composición. Luego su representante llamó y nos dijo que Prince se sentía terriblemente mal. Fue un lindo gesto y nosotros le dijimos ‘buena suerte con el hit’», recordó Cain en una entrevista con una estación de radio en Pittsburgh, a mediados de los años 90.
Ese «hit» era más que una canción. En realidad era todo un proyecto relacionado con la banda sonora de una película del mismo nombre que abordaba gran parte de su vida, la vida de un hombre con peinado afro que pasó sus últimos meses siempre acompañado de velas aromatizadas.
«Purple Rain», lanzada oficialmente el 26 de septiembre de 1984 con versiones de cuatro y ocho minutos junto a su banda The Revolution, se quedó a un tris de adjudicarse el sitio de honor del Billboard Hot 100 en aquel año, dejando la gloria para la pegajosa «Wake Me Up Before You Go-Go», de Wham!
Por décadas los fans del artista intentaron saber el significado de esta gema del pop que se volvió indispensable y larguísima en sus presentaciones en directo a través de los años, pero el nativo de Minnesota nunca accedió a revelarlo y en la mañana del 21 de abril de 2016 decidió guardar el secreto para siempre al dejar de respirar al interior de un elevador en su estudio de grabación de Paisley Park, con apenas 57 años de edad.
Ese día comenzó a caer lluvia púrpura sobre el pequeño pueblo de Chanhassen.
Opina en Radiolaria