«Si vieron The Deer Hunter, sabrán que hay una escena en la que varios hombres beben cerveza alrededor de una mesa de billar, listos para ir a morir a Vietnam. Ahí entonan ‘Can’t Take My Eyes Off You’. Fue inspirador porque no había oído música nuestra usada de manera efectiva.»
El 5 de agosto de 2014, cuando expresó esto en una entrevista con Popdose, Bob Gaudio aún burbujeaba de orgullo a razón del inmortal himno que coescribió con Bob Crewe, de cuyas vocales se encargó el gran Frankie Valli en 1967. En efecto, muchos asocian la pieza con aquel laureado filme de 1978, protagonizado por Robert De Niro, Christopher Walken y Meryl Streep.
La génesis se dio a través del título, mérito de Crewe. Y de ahí en adelante, él y Gaudio construyeron un tema con versos tersos y un coro explosivo y adictivo. Y en cuanto a las letras, se trató de retratar simplemente a un hombre en la punta del enamoramiento por una mujer.
«Es una especie de amalgama entre individuos y circunstancias. Algunas mujeres, ninguna en específico, y ciertas situaciones en las cuales han estado algunas personas que conozco», explicó Gaudio al portal Songfacts.
Esta semilla fue oro para muchos de los que han hecho su propia versión en años posteriores, a menudo llegando a altos peldaños en los listados de popularidad. Como ejemplo está el cover de Andy Williams que trepó en 1968 al quinto escalón del chart británico, o la mezcla de Pet Shop Boys que rindió frutos y se adjudicó el cuarto lugar también en la isla en 1991.
Entre tantas reingenierías del corte, especial mención merece la de Boys Town Gang, banda que a inicios de los años 80 acababa de reclutar a la vocalista Jackson Moore y decidió modificar de manera sustancial el ritmo original del mismo. El resultado, consumado en 1982, desató un fenómeno en la galaxia disco, aun en boga en aquellos años, a la vez de conquistar a un gran número de consumidores homosexuales que vieron en la canción un motivo de expresión y desahogo.
En el libro Saturday Night Fever, The Story of Disco, escrito por Alan Jones y Jussi Kantonen, se le da crédito a este cover del trío originario de San Francisco: «Era importante para (Bill) Motley (productor), mostrar al mundo a un grupo gay disco con sexualidad y raza mixtas que se apoyaran entre sí en cuanto a su estilo de vida. Tanto Motley como Tom Morely (corista del grupo) murieron por SIDA, pero el mensaje en la música de Bill permanece, pues ‘Can’t Take My Eyes Off You’ se mantiene como una de las canciones disco más populares de todos los tiempos y regularmente aparece en las compilaciones que celebran la época.»
Está claro. Cuando hay un esqueleto sólido en una composición, no importa el tipo de piel ni el ritmo ni la voz ni la raza que lo envuelva. Acaso esta gema fue y ha sido la representación más fiel y auténtica de lo que es expansión, diversificación y globalización musical.
«I love you, baby, and if it’s quite alright, I need you, baby, to warm the lonely nights, I love you, baby, trust in me when I say…»
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