«It takes two to make love, two to make a life. Take a look around the world. You see such mad things happening…»
Cuando dos unidades enigmáticas y oscuras llegan a mezclarse, el resultado puede ser perturbador, pero también dorado.
Eso sucedió cuando Massive Attack, grupo medular del triphop primigenio, rescató de cierta forma a la volátil Sinéad O’Connor en algún momento de 2002, mucho después de que la irlandesa se tragara los charts de un bocado sin dejar de tener un rostro diabólicamente angelical.
Todo esto se cristalizó a través de «Special Cases», primer single promocional de la placa 100th Window que fluyó sin demasiadas trabas, como un romance inmediato, como un crush, como si la comunión entre la banda de Bristol y esta especie de sacerdotisa rebelde en perpetuo estado de combustión fuera total.
Con la misma fluidez con la que fue creada y tras ser lanzada oficialmente el 24 de febrero de 2003, la pieza trepó hasta el sitio 15 del chart de Reino Unido.
Sinéad acompañó en directo a la cuadrilla sólo en cinco conciertos efectuados en Glasgow y Manchester en abril de aquel año, para luego ser reemplazada por la escocesa Dot Allison.
«Fue una de las canciones más sencillas del disco, muy directa, simple y rápida. Cuando se la mostramos a Sinéad, dijo ‘Sí, en verdad me encanta, quiero obtener algo de ello’, y escribió una canción con prontitud, mucho más rápido que el resto de temas. Es acerca de sentirte de pronto feliz y afortunado por estar con alguien en quien crees y confías», explicó Robert del Naja, mejor conocido como 3D, en diciembre de 2002.
«En un mundo tan loco en el cual todo es tan inestable hasta en cuestiones económicas y en el que todos buscan una base para el futuro, es importante hallar a alguien a quien puedas amar y en quien puedas confiar y creer», contó Del Naja en otro momento a The Raft.
Los oscuros chicos de Massive Attack confiaron y creyeron en aquel tiempo en la garganta afilada de O’Connor, una sirena torturada que en más de una ocasión ha planeado su muerte en cámara lenta y cuyo grito de auxilio -o súplica de atención dadas sus bajísimas ventas de discos- ha sido escuchado cada vez con menos preocupación.
El diablo los hace y ellos se juntan.
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