RADIOLARIA

«Girls Just Want To Have Fun» no sólo es el sencillo más fructífero en la carrera de Cyndi Lauper. También se ha consolidado con el paso de las décadas como un himno del feminismo.

A razón de ello, quizá la mayor ironía estriba en dos curiosidades: 1) la canción no fue una idea original de la rubia, y 2) las letras tenían que ver más con un hombre que con una fémina que se convirtiese en el estandarte de una generación.

El crédito se le debe atribuir a un compositor un tanto desconocido llamado Robert Hazard, quien creó la maqueta de la pieza en 1979 y la lanzó al mercado con un sonido más rockero y con el mencionado enfoque de un joven maldoso, suertudo y un poco loco también.

«Originalmente la canción hablaba sobre lo afortunado que era este chaval por estar rodeado de chicas que querían ‘divertirse’ con su asunto de abajo; algo de lo que nadie solía hablar», contó Lauper en su momento a la revista Rolling Stone.

Años después, en el marco del 30 aniversario del álbum She’s So Unusual, Cyndi platicó con Yahoo! Music para ahondar sobre el track que cambió su vida en los años 80 y al cual ella, con la bendición del propio Hazard, adaptó una letra desde una perspectiva femenina. 

«Jamás imaginé que (mi versión) sería tan bien recibida, y en verdad deseaba que cada mujer que escuchara la canción valorara su poder. Por eso era tan importante que hubiera mujeres de diferentes razas y colores en el video, para que cada chiquilla, sin importar su lugar de procedencia, se sintiera identificada con las imágenes».

Está de más decir que «Girls Just Want To Have Fun» es el tema que la rubia ha interpretado en mayor número de ocasiones a lo largo de su carrera en directo. Y el hartazgo no se asoma por ningún lado.

«Cuando la canción salió, mi gente iba de adolescentes a treintones, así como chicas mayores llevando a sus hermanitas. Con el paso del tiempo, esas mismas mujeres llevaron a sus hijos a los shows y por eso ahora veo a tres generaciones en el público. Cuando empezamos ‘Girls…’, uff, es algo insuperable, no me canso de cantarla en vivo», dijo la cantante.

La ironía absoluta: tantas veces el sexo oral ha sido visto como una estampa de dominio del hombre a la mujer y, súbitamente, de una de las composiciones en las que se aludió a ello brotó el gran himno mujeril de una década… con una tal Cyndi dando el grito (juguetón) de guerra.