RADIOLARIA

«Si salgo, te puedo decir que la mitad de los chicos en las calles me dejan ver que no saben quién es él. Esa es la razón por la que el señor tiene que componer canciones junto a Rihanna y Kanye West, para que la gente lo recuerde».

De tan dura manera se expresó Heather Mills de su ex esposo, Paul McCartney, durante una emisión de The Late Late Show en 2015, al ser cuestionada sobre la vigencia del ex Beatle en la industria musical.

En particular, la mujer que compartió vida con Paul durante seis años hizo referencia a la colaboración de éste con dichos exponentes en «FourFiveSeconds», corte que vio la luz en enero del mismo año.

Acreditada oficialmente a los tres, la pieza se convirtió en un éxito global desde su primerísima exhibición en el portal oficial de Rihanna. Al ingresar al top 10 del Billboard Hot 100 se gestó un fenómeno mediático y musical, toda vez que McCartney retornó a la parte alta del listado estadounidense tras 29 años y dos semanas de ausencia. Para encontrar su anterior bombazo hay que remontarse al 8 de febrero de 1986, cuando «Spies Like Us» se estacionó en el séptimo lugar de tal conteo.

Si bien la tercia la presentó en vivo en los premios Grammy, tanto Rihanna como Kanye sacaron raja por separado de «FourFiveSeconds» al interpretarla en grandes festivales. En específico la cantante de Barbados se ganó la ovación al cantarla en Rock in Rio, mientras que el rapero de Atlanta hizo lo propio para cautivar a las masas en Glastonbury.

«Macca» no se quedó atrás y se echó un breve palomazo en Lollapalooza a finales de julio. Nada exagerado, nada sobrecargado, apenas canturreó un par de minutos de la canción, pero demostró que un buen hit, aun sin las voces de sus dos secuaces, podía ser vitoreado por sus feligreses.

Un maridaje de juventud en la pieza con experiencia en la guitarra. Una confirmación de que su vigencia es incuestionable, a pesar de que el veterano siempre ha sentido que tiene algo qué probar, como se lo externó a la revista Esquire.

«Todo el tiempo (me pongo a prueba) y es un sentimiento tonto. A veces me cuestiono: ‘Espera un minuto, mira esta montaña de logros que tienes, ¿no es suficiente?’ Pero siempre pienso que puedo mejorar, escribir algo más relevante o novedoso, y eso me arrastra hacia adelante. Prefiero pensar que hay algo que no estoy haciendo totalmente bien, así que constantemente estoy trabajando».

Loable la ambición perpetua de un hombre que, sin importar lo que pensaba su ex esposa, se atrevió a declarar y a aceptar esto a los 73, 46 años más grande que su cómplice Rihanna y 35 más que su amigo Kanye, con quienes osó invadir los charts una vez más.