RADIOLARIA

«Se busca un joven bien parecido, de entre 18 y 30 años, para ser sacrificado«.

Este desconcertante mensaje fue colocado en distintos chats de la red en 2001 por Armin Meiwes, un técnico informático, entonces de 42 años de edad, originario de Essen, Alemania.

Pero aún más inaudita podría ser la respuesta que recibió el germano poco después: «Me ofrezco a usted y le permitiré cenar mi cuerpo en vivo. No una carnicería, ¡una cena!«.

Este intercambio de mensajes binarios, por increíble que parezca, no eran broma, y pronto Bernd Juergen Brandes, un ingeniero de 43 años, se reunió con el solicitante para emprender uno de los actos más horrorosos de la historia moderna: tener una cena con un menú y desenlace espeluznantes.

Tras pactar el encuentro, Brandes se apersonó en la casa de Meiwes, en Rotemburgo, el 9 de marzo de 2001, y ambos concretaron un acto de canibalismo sin precedente, captado en video. La víctima le pidió al anfitrión que le cortara el pene con el fin de saborear sus propios genitales antes de morir. Una veintena de cápsulas de somníferos, combinada con una botella de aguardiente, mitigaron el dolor y, con ello, ambos intentaron comer el órgano, condimentado con pimienta, sal y ajo.

En las siguientes tres horas el llamado «Caníbal de Rotemburgo» se puso a leer un libro de Star Trek mientras su huésped perdía gran cantidad de sangre en la bañera. La agonía se prolongó aún más hasta que Meiwes acuchilló en el cuello en repetidas ocasiones a Brandes.

«Mi amigo disfrutó su muerte. Yo solamente esperé a que todo terminara. Fue demasiado lo que esto tardó», declaró posteriormente Armin.

Luego procedió a desmembrarlo para congelar diversas partes del cuerpo. En los 10 meses subsecuentes consumió alrededor de 20 kilos de su carne, de acuerdo a lo que posteriormente declararía en un tribunal.

El caso horrorizó a Europa y al mundo, y en el universo musical inspiró a la banda alemana Rammstein para crear el tema «Mein Teil», primer sencillo de su placa de 2004, Reise, Reise.

«Me intrigaba mucho conocer las motivaciones de alguien para matar a un hombre y después comérselo. Lo que pude indagar es que la madre de Meiwes destruyó por completo todo tipo de relaciones de su niñez, así que él sintió que si hacía esta clase de cosas, la víctima permanecería a su lado para siempre. Es simplemente una historia interesante, así que decidimos hacer una canción al respecto», le dijo Richard Kruspe, guitarrista de la banda, a MTV News en diciembre de aquel año.

«Cuando leí la historia pensé que era tan enferma como fascinante y que por ello había que escribir una canción al respecto», dijo por su parte el vocalista del sexteto, Till Lindemann.

Como era de esperar, «Mein Teil», frase que podría traducirse vulgarmente al castellano como «mi pene», desató un maremoto de reacciones y críticas en contra de Rammstein, agrupación que incluso pensó utilizar algunas de las imágenes grabadas por Meiwes en el mencionado acto de canibalismo para ser parte del clip oficial de la canción. Esto no fue posible porque el video quedó bajo custodia de la policía alemana.

«Espantoso, el escándalo musical del año«, publicó el rotativo sensacionalista Bild cuando el single fue lanzado en octubre de 2004 con una carátula negra sobre la que aparecían simplemente un tenedor y un cuchillo anaranjados.

«La canción de Rammstein alaba el canibalismo. La escandalosa escenificación es reflejo del estado actual de la industria del espectáculo«, señaló Der Spiegel, la revista más importante en Alemania.

En medio de esta ola de opiniones, la revista Playboy preguntó a Lindemann si no consideraba que una pieza como «Mein Teil» podía ser una clara provocación al abordar en las letras, y en primera persona, la visión de un hombre tan repudiado por la sociedad como Meiwes.

«Pero esto no ha sido obra de nuestra imaginación, es algo que realmente sucedió», reviró el músico. «Nos pareció inconcebible que alguien cocinara el pene de otro en un sartén para, luego, ambos comérselo. Parece que a los Pet Shop Boys les agradó nuestra canción, ya que le han hecho una remezcla».

Durante la interpretación del tema en los recitales del Reise, Reise Tour, Lindemann aparecía sobre el escenario vestido de cocinero, con un cuchillo enorme y arrastrando una gran olla, en cuyo interior estaba el tecladista del grupo, Christian Lorenz.

En cuanto a la suerte de Armin Meiwes, fue capturado en 2002 justo cuando pretendía hacer de un estudiante austriaco su nueva víctima. El joven encontró un anuncio suyo en la red y lo denunció a la Oficina Federal de lo Criminal (BKA). Tras un largo periodo judicial, el caníbal fue condenado a cadena perpetua cuatro años después.