«Take me to church, I’ll worship like a dog at the shrine of your lies, I’ll tell you my sins and you can sharpen your knife»
En pleno siglo XXI no parecería que mezclar los temas de religión, sexo y orientación sexual aún sea motivo de escándalo social, pero para el irlandés Andrew Hozier Byrne, mejor conocido como Hozier, aún hay muchos prejuicios y posturas al respecto que hacen daño a la humanidad.
En una charla con The Cut, el artista nacido en 1990 dejó claras sus convicciones cuando tuvo que hablar del significado de su exitosa «Take Me To Church», en la que algunos críticos sostienen que estableció una comparación directa entre la figura del amante y la religión.
«La sexualidad y la orientación sexual son algo natural. El acto sexual es lo más humano que hay, pero una organización como la iglesia, a través de su doctrina, ha minado a la humanidad al enseñar a asociar la culpa con la orientación sexual. Eso es pecado y ofende a Dios. La canción es sobre reafirmarte a ti mismo y recuperar tu humanidad a través de un acto de amor», dijo el hombre que dio a conocer el track en septiembre de 2013.
Más que condenado por la historia de su propio país -preferentemente católico-, Hozier ha sido un enemigo de los excesos en dichas tierras, con una iglesia a la que considera una institución «hipócrita» y con un gobierno al que ha tachado de «cobarde». Pero siempre bajo la idea de que el ser humano ha quedado aplastado por esta combinación, lo cual también se intenta exponer en el video dirigido por Brendan Canty.
«Por mi origen irlandés es obvio que tengo un poco de cruda cultural que parte de la influencia de la iglesia. Uno puede ir por la calle y ver a mucha gente con una enorme carga en sus corazones y con una gran decepción, algo que se ha ido pasando de generación en generación. La canción, como lo dije, es un reconocimiento de uno mismo, de recuperar la humanidad como tal. Poder elegir, en el caso de una mujer, a alguien por quien valga la pena amar», manifestó Hozier, quien encontró un gran apoyo para la pieza en la plataforma Spotify.
«Take Me To Church» alcanzó el segundo escalón tanto en el chart británico como en el Billboard Hot 100, se volvió viral en en canal en YouTube y poco después compitió por el título de canción del año en los Grammy 2015, ceremonia en la que el europeo interpretó el corte junto a la veterana Annie Lennox.
Nada mal para una composición cuyas vocales fueron grabadas, apenas dos años antes, en el ático de los padres del artista, por ahí de las 3 de la madrugada.
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