«Now This is Fun» sonó por primera vez en vivo en Norwich el 24 de febrero de 1982, justo cuando ciertos críticos describían a Depeche Mode como una banda de goma de mascar dentro de la electrónica, destinada a la extinción por la entonces reciente partida de su fundador Vince Clarke.
El track fue cara B de «See You» y fue ampliamente expuesto en las noches festivas del See You Tour y del Construction Time Again Tour, pero tal vez lo más curioso esté en que su origen el cuarteto intentó dejar en claro la naturaleza de su existencia como banda. El título con el que la pieza fue trabajada en el estudio era en realidad «Reason To Be».
«Después de ‘New Life’, muchos creyeron que Depeche Mode era ‘dulce y limitado’ en todo. Y quisimos demostrar que podíamos hacer muchas cosas bien. En nuestro lado B, ‘Reason to Be’, intentamos… intentamos un sonido que en verdad tuviera sustancia. Sin embargo no la trabajamos», mencionó Andrew Fletcher en una entrevista de aquellos años.
La autoafirmación fue una constante del grupo de Basildon en aquellos tiempos en los que, especialmente las prensas británica y estadounidense, lo golpeaban con dureza. No por nada Martin Gore aclararía años después que no fue sino hasta finales de los 80 cuando sintieron el reconocimiento de las estaciones de radio. Ningún descubrimiento de otro mundo. Bastó verlos canturrear en el corazón del Rose Bowl de Pasadena, abarrotado hasta las lámparas en 1988, para que cobraran sentido las palabras que años antes había expuesto Fletcher.
Fue hasta entonces, como se escucha en «Now This Is Fun», que las cosas empezaron a ser divertidas para los Mode.
En marzo de 2009 la revista Spin platicó con el principal letrista de la cuadrilla y tituló la nota La Inquisición: preguntas duras para Martin Gore. El residente de Santa Barbara, de 47 años en aquel momento, se dio un buen baño de recuerdos e hizo un corte de caja.
«Analizando las cosas a gran escala, creo que lo hemos hecho bien. Si Dios nos juzgara (como banda), creo que nos daría un siete. Supongo que no obtendríamos un diez», dijo la voz coral de la otrora banda incomprendida y comparada con un chicle bomba.
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