La radio comercial prefirió promoverla oficialmente con el título de «Perfect», lo que le quedaba corto y enano a la personalidad siempre incandescente y vibrante de Pink.
En realidad, la balada que fungió como segundo sencillo de la recopilación Greatest Hits… So Far!!! y que se lanzó como tal el 3 de noviembre de 2010 se llamaba «Fuckin’ Perfect», pieza que Alecia Beth Moore (su nombre real) compuso en un inicio pensando en su esposo Carey Hart.
Al tiempo, el significado de la misma fue mutando, porque se relacionó más con la bebé que esperaba por vez primera en su vida la rubia.
«Era acerca de esto que estaba dentro de mí y que yo ni siquiera conocía. Todo es acerca de ella», expuso en su momento a Entertainment Weekly la artista nacida en Abington.
En cuanto al polémico video que acompañó a la canción, en el que se incluyen escenas de una mujer que desde temprana edad batalla con desórdenes alimenticios de gran alcance y riesgo, Pink declaró lo siguiente a través de su cuenta oficial: «No hay alguien que no conozca al menos a dos o tres víctimas de estos síntomas o situaciones».
«Tengo una vida dentro de mí y quiero que ella o él sepa que lo aceptaré con brazos abiertos y amorosos. Si bien prepararé a este pequeño nene para lo que yo considero que a veces es un mundo cruel, a la vez le enseñaré a apreciar todo lo bello que hay aquí también», matizó la estadounidense en dicho mensaje virtual. Ahí mismo enfatizó que su verdadera intención era enviar un mensaje a todos los que necesitan ayuda.
El 2 de junio de 2011 Pink dio a luz a su pequeña Willow Sage Hart. Casi tres semanas después, tanto ella como su marido mostraron una imagen de la naciente familia, declarándose como una partidaria de la crianza con apego.
Había nacido, por fin, un ser añorado por ella, un ser pequeñísimo y jodidamente perfecto.
«Pretty, pretty please, don’t you ever, ever feel like you’re less than fuckin’ perfect; pretty, pretty please, if you ever, ever feel like you’re nothing, you’re fuckin’ perfect… to me»
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