Paradoja. El encuentro fue a escondidas para expresar el sentimiento más transparente.
Sin importarle que Pattie Boyd estuviera casada con su amigo George Harrison, un muy insistente Eric Clapton se las ingenió para verse con la rubia de sus obsesiones en un piso de South Kensington y mostrarle una canción que había compuesto en su honor.
A todo volumen, comenzó a sonar «Layla» y, mientras Boyd escuchaba con atención este corte de amor no correspondido, el entonces paladín de Derek and The Dominos le miraba cada detalle del rostro para conocer sus primerísimas reacciones. Era una apuesta, un modo distinto de conquistarla de una vez por todas.
«Mi primer pensamiento fue que todo el mundo me iba a descubrir«, escribió Pattie en su libro Wonderful Tonight: George Harrison, Eric Clapton and Me.
Tiempo después, Boyd volvió a hablar del tema con Ron Wood, durante el programa radial del guitarrista de The Rolling Stones. Como bien contó la musa, Clapton se inspiró en un poema persa titulado The Story of Layla and Manjun, acerca de una princesa que es obligada por su padre a casarse con un hombre al que no ama, mientras su verdadero enamorado se vuelve loco a causa de esto. Eric se vio reflejado.
«Es una historia de amor, básicamente de amor no correspondido. Eric la leyó y la amó de inmediato porque en aquel tiempo realmente quería que me escapara con él. Era demasiado insistente a pesar de que yo aún estaba casada con George, así que fue una situación muy difícil», le dijo Pattie a Wood.
«Como sea, me mostró la canción y cuando la escuché, sentí que estaba siendo empujada a dejar a George para estar con él. No sé qué sintió George, pero bueno, es un tema hermoso».
«Layla» fue el estandarte de una placa llamada Layla and Other Assorted Love Songs, editada en 1970 y que, pese a las expectativas de «Mano lenta», no logró tener demasiado impacto en la isla. No fue sino hasta que la composición se relanzó dos años después que las cosas mejoraron comercialmente hablando. El sencillo se ubicó en los puestos 7 y 10 en Reino Unido y Estados Unidos, respectivamente.
Ya luego… se convertiría en uno de los más grandes clásicos de Clapton, quien en 2001 se confesó en una entrevista telefónica con Andrés Tapia.
«Cuando hice aquel material había muchas disyuntivas en mi vida: había conocido a la más hermosa de las mujeres, pero estaba casada con mi mejor amigo; estaba experimentando con drogas, tomaba alcohol, muchas situaciones que estaban ocurriendo al mismo tiempo», recordó Clapton.
«Al comenzar la grabación, yo era una clase de persona, y cuando la concluimos era una muy distinta. Es un disco que representa la manera en cómo cambié… y el grupo (Derek and the Dominos) era tan imponente, lleno de grandes músicos -dos de ellos ahora están muertos… no, creo que no, de hecho sólo uno-. Fue una experiencia emotiva y creo que es uno de los discos más importantes que he hecho».
Clapton se casó finalmente con su «Layla» en 1979, 11 años después de haberla visto por primera vez en una fiesta.
El divorcio llegó una década después y los años subsecuentes no resultaron nada bellos entre Paty y Eric. La musa describiría al artista como un tipo «abominable» en más de una ocasión…
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