«How To Disappear Completely» es una de esas muestras de la enorme influencia de Michael Stipe sobre otras estrellas de rock. En este caso particular… sobre su amigazo Thom Yorke.
El tema hipnótico y envolvente, casi un barbitúrico musical, fue concebido durante el agotador OK Computer Tour, justo cuando los shows, compromisos comerciales y presiones de todos colores y sabores hacían mella del cabecilla de Radiohead.
«La canción es acerca de todo ese tiempo que abarcó la etapa de OK Computer. Actuamos en Glastonbury y en Irlanda y de pronto me vino un sentimiento abrupto en el que simplemente dije… ‘Hasta aquí, no puedo más.’», contó el frontman del quinteto británico, de acuerdo al libro This Will End In Tears.
Para entonces Yorke contaba con un ángel de la guarda, de esos que aparecen de vez en cuando en el inframundo del rock para demostrar que en los infiernos también hay hombrecillos celestiales. Stipe, un veteranazo de mil batallas de la escena alternativa, le compartió una especie de mantra para contener las mordidas de la fama: «Lo que hago es simplemente meterme a solas en una habitación, cerrar la puerta, apagar las luces, acostarme en el suelo en posición fetal y decir… ‘No estoy aquí, esto no está sucediendo; no estoy aquí, esto no está sucediendo.’»
El consejo fue absorbido por la siempre acuosa cabeza de Thom, comprendido y convertido en letra de una nueva composición, la cual Radiohead comenzó a tocar en directo en el mismísimo tour que estaba desquiciando a su líder.
La primera interpretación se dio el 1 de abril de 1998, en el Universal Amphitheatre de Los Angeles y Yorke presentó la pieza como «How To Disappear Completely And Never Be Found». El mundo celebraba por vez primera la mayor aportación de Michael Stipe a la carrera de la agrupación inglesa.
Había dado frutos la relación entre los dos vocalistas, un lazo originado en 1989, cuando Yorke asistió a un show de R.E.M., y que luego derivó en una aventura conjunta en 1994, al abrirle Radiohead varios conciertos al grupo de Georgia durante su Monster Tour. En dicha aventura, Thom solía quedar atónito noche a noche, al ver cómo Michael, entre canción y canción, evadía a la gente al balbucear mensajes extraños, como si estuviera rezando al revés.
Era su modo de ausentarse, su manera de desaparecer completamente y jamás ser hallado. Un ídolo en escena… y un fan que, pocos años después, haría exactamente lo mismo para evaporarse y huir del mundo cruel.
«In a little while, I’ll be gone, the moment’s already passed… yeah, it’s gone. And I’m not here, this isn’t happening…»
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