Como un inicio killer califican muchos fans de INXS el sonido de la armónica de «Suicide Blonde», pieza que tramaron conjuntamente Michael Hutchence y Andrew Farriss a finales de los años 80 para darle un cerrojazo de oro a una década de ensueño para la pandilla australiana.
Pasado un año sabático del grupo, ambos integrantes concretaron la columna vertebral del que sería a la postre el primer sencillo del disco X y un habitual de los listados de popularidad a inicios de los 90, llegando al número 1 tanto en el Billboard Hot Modern Rock Tracks como en el Billboard Hot Mainstream Rock Tracks.
Resultó comprensible que cuando Hutchence se suicidó en noviembre de 1997, al interior de un hotel en Sydney, los tabloides hicieran comidilla del hecho y resucitaran el título de la referida canción para cabecear algunas de las notas que daban cuenta del deceso del astro. Mismo caso se dio cuando Paula Yates, la rubia viuda de Michael, murió por una sobredosis de heroína en septiembre de 2000.
Sin embargo, el origen de «Suicide Blonde» puede relacionarse más bien a la australiana Kylie Minogue, quien sostuvo una relación sentimental con el cantante de INXS en 1989.
Fue en ese año cuando Kylie debió decolorarse el cabello dejándose un tono rubio platinado para su papel en la película The Delinquents. A raíz de ello, Minogue le habría dicho a su pareja: «I’m going suicide blonde today«. Hutchence encontró un título perfecto para la composición en cuestión.
«Tenía su lado oscuro, pero al mismo tiempo era una persona hermosa, un tipo culto que me abrió los ojos al arte, a la cultura, a viajar y a conocer toda clase de gente», opinó Kylie sobre su ex en 2011.
Si bien el lazo amoroso no duró tanto tiempo, al menos los tórtolos se mantuvieron como buenos amigos durante siete años, hasta el día en que Michael murió abruptamente, a los 37 años de edad.
«Suicide blonde was the colour of her hair, like a cheap distraction for a new affair, she knew it would finish before it began, something tells me you lost the plan…»
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