«Quería cortar de tajo con algo, arrancarme los remordimientos, las cosas que nos acechan. Es una de esas canciones que salen en media hora y que, cuando padeces una cruda, te sirve como alivio y te hace sentir agradecida».
Así definió Florence Welch en una charla con XFM la idea básica y simple de «Shake It Out», el segundo esfuerzo de promoción de Ceremonials, disco que publicó Florence And The Machine en 2011 y que contó con el apoyo del productor Paul Epworth, conocido por su muy ilustre trabajo en el álbum 21 de Adele.
Epworth ya tenía un bosquejo sonoro de la melodía, la cual le resultó algo raro a Florence, porque la alegraba y la enstristecía al mismo tiempo, un caso difícil de definir, pero que valía mucho la pena.
A pesar de la temática, la artista ha aclarado una y otra vez que no quiere que se piense que siempre compone en medio de una gran cruda.
«Es de esas canciones que escribes cuando no te encuentras del todo bien. Al final, se volvió una cura, algo que te hace romper por completo con algo y ‘resetearte’ como una computadora, sabiendo que las cosas mejorarán», le explicó la cantante a MTV News.
Y las cosas, ciertamente, mejoraron para Florence And The Machine, porque el sencillo, lanzado en septiembre de 2011, se inmiscuyó en los primeros puestos de popularidad en varios países europeos, aun cuando el impacto en Estados Unidos no fue el mismo, al quedar relegado al puesto 72 en el Billboard Hot 100.
Como lo dice la letra, a veces bailar con el diablo y sus excesos es ineludible, aunque también puede ser divertido.
«Regrets collect like old friends, here to relive your darkest moments, I can see no way, I can see no way, and all of the ghouls come out to play…»
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