El tema que R.E.M. eligió en 1992 como sencillo de resurrección encaró un reto monstruoso.
La banda de Athens, Georgia, acababa de colgarse la medalla del encanto a nivel planetario al despachar diez millones de copias del álbum Out of Time, particularmente impulsado por la mandolina de «Losing My Religion», el gran hit de 1991 que los colmó de fama, flashazos y todas esas linduras terroríficas para una cuadrilla que se decía contraria al mainstream.
De ahí que Michael Stipe, Bill Berry, Mike Mills y Peter Buck apagaran la luz para imaginar caminos alternos durante los meses subsecuentes. La decisión implicó dejar la carretera y viajar sobre terracería. Y así, los programadores que esperaban otra «Shiny Happy People» tuvieron que tragarse una pieza lenta, sombría y sacada de los deshuesaderos, titulada «Drive», primer sorbo del álbum Automatic For The People.
Amenizado por una guitarra acústica en eterna espiral, el sencillo fue adornado por un video en blanco y negro en el que el flacucho Stipe, entonces con cabello, se revolcaba y surfeaba sobre una orgía de manos en un concierto en Los Ángeles.
Para alejarse aún más de los pronósticos, esta composición que alimentaba a los seguidores más ácidos del grupo carecía de estribillo desde su primer demo, trabajado en diciembre de 1990.
«Antes del punk, algunas canciones retumbaban en mi cabeza y una de ellas era ‘Rock On’, de David Essex. ‘Drive’ es un homenaje a ello. Fue la primera pieza que escribí en computadora», admitió Stipe ante la Rolling Stone en 2009.
Sin apresurarse demasiado -ya estaba definido que no habría tour promocional de la placa- la agrupación grabó el track definitivo a altas horas de la noche en un viejo estudio que el productor canadiense Daniel Lanois tenía en Nueva Orleans.
«La tocamos unas veinte veces, algo que jamás habíamos hecho. Trabajamos toda la tarde hasta que nos alcanzó la noche, completamente agotados, y de pronto… teníamos la toma», contó Buck, quien volvía a las guitarras tras lucir como todo un querubín de la mandolina.
Alguna vez presupuestada para ser cara B de los materiales de Out of Time, «Drive» vio la luz el 1 de octubre de 1992, días antes de la elección presidencial en Estados Unidos que subiría al ring a George Bush y a Bill Clinton. No fue una coincidencia en el calendario. La canción incluía la línea «Smack, crack, Bush-whacked«, un gancho directo a los riñones del aspirante republicano. Con pasamontañas, barbas de guerrillero y voz beligerante, R.E.M. estaba de regreso.
Ya desde 1988 Stipe había respaldado al demócrata Michael Dukakis a través de inserciones pagadas en periódicos estudiantiles: «Don’t Get Bush-whacked. Get out and vote. Vote Dukakis.» Lo mismo sucedería en 2004 al ser parte de la gira Vote For Change, en la cual John Fogerty, James Taylor, Bruce Springsteen, My Morning Jacket, Pearl Jam y varios más recolectaron simpatías en favor del candidato John Kerry, a la postre derrotado por George W. Bush.
“En esencia la canción trata de decir a los chicos que se encarguen de sus propias vidas», reveló el bajista Mills a Billboard.
Con tales intenciones en las letras, dirigidas a los jóvenes de inicios de los noventas, aquel banderín de Automatic For The People llegó al tope del Modern Rock Tracks de Billboard y pegó con tubo sin requerir mandolinas ni usar el término «religión» en el título. Había llegado la hora de pelear otra vez, alzar la voz, meterse al pantano y enlodarse.
«What if I ride? What if you walk? What if you rock around the clock? Tick-tock, tick-tock…»
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