«Pure Shores» es acaso el éxito más mediático en la carrera de las All Saints, ese colectivo femenino que sirvió como contrapeso a las Spice Girls en la segunda mitad de la década de los 90 y que no tuvo demasiadas dificultades para trepar alto en el chart británico en al menos 10 ocasiones.
La composición fue un huevo que echaron a la sartén la fundadora y letrista del grupo, Shaznay Lewis, y el productor William Orbit, quien venía de maravillar al mundo con su intervención en el disco Ray Of Light, de Madonna.
«Me solicitaron que escribiera una canción para la película The Beach, y de hecho me mostraron aquella escena de 40 segundos en la que la música iba a sonar porque aún no estaba terminado el filme. Es en la que Leonardo DiCaprio y su chuca juguetean debajo del agua», le dijo Shaznay Lewis a The Observer.
«Me divertí mucho escribiendo la letra. Me pareció interesante componer algo por pedido, en lugar de hacer algo salido de experiencias propias».
Si bien «Pure Shores» se convirtió en el cuarto single de la banda que mereció la cima del chart de Reino Unido, el influyente semanario NME consideró que el álbum Saints & Sinners continuaba una caída consistente del grupo y afectaba la credibilidad musical de All Saints.
La letra del corte refería a encontrar un sitio apacible e ideal para relajarse lejos del estrés citadino, muy ad hoc con las estampas e imágenes de la cinta de Danny Boyle, pero tal vez lo más interesante recae en las diversas versiones que señalaron que Madonna se molestó con Orbit por haber preferido a las Saints y no a ella para lanzar un nuevo trancazo comercial.
Entre divas colabores. Entre mujeres te muevas.
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