En enero de 2006 el diario The Observer dedicó buena parte de las preguntas de su entrevista con Thom Yorke a indagar si el tema «Harrowdown Hill» trataba sobre el supuesto suicidio del doctor David Kelly, científico británico que se desempeñaba como inspector de armas en Iraq.
«Sí, es acerca de ello, pero no quiero desatar un gran lío porque soy sensible a la idea de escarbar demasiado sobre un asunto que la familia Kelly… Vamos, no creo que sea apropiado decir que es acerca de ese caso, porque a sus seres queridos aún les duele lo ocurrido», dijo en un primero momento Yorke respecto a aquel sencillo de su primer disco solista, The Eraser.
Además de ser el lugar en el que el músico atendía clases en la infancia, Harrowdown Hill es el sitio en el que el cuerpo de Kelly fue hallado en julio de 2003. Tenía cortes en su muñeca izquierda, así que había razones de sobra para que Yorke fuese abordado así, especialmente cuando las letras de su canción zarandeaban el cadáver hasta hacerlo revivir, hablar y acusar: «Up on Harrowdown Hill, near where you used to go to school, that’s where I end, that’s where I’m lying down. Did I fall or was I pushed? Did I fall or was I pushed?…»
Sucede que el entonces empleado por el ministro de la defensa en Gran Bretaña, e inspector de armas de Naciones Unidas en Iraq, se colocó en la centro del escrutinio público cuando declaraciones suyas, fuera de grabadora, fueron usadas por el periodista de la BBC, Andrew Gilligan.
Con la calentura de un caso burbujeante, el reportero citó a un funcionario «anónimo», según el cual, el Gobierno británico exageró las afirmaciones sobre el armamento prohibido de Iraq, lo que justificó la invasión a aquella nación. Esto causó que Tony Blair fuera severamente cuestionado tras la muerte de Kelly con preguntas incómodas como: «¿Si después de una diligente búsqueda, no se encuentran armas reales, reconoce usted que se debilita por completo todo motivo para ir a la guerra, basado en lo que se entiende por armas de destrucción masiva?»
Al final, el juez asignado a tan cuarteado caso expuso dos conclusiones en 2004: la primera es que la muerte de Kelly se debió a cortes en su muñeca izquierda, sin que alguien más estuviese implicado en el hecho; la segunda fue el argumento de Keith Hawton, profesor de psiquiatría de la Universidad de Oxford, al afirmar que el factor medular del fallecimiento del galeno fue una enorme pérdida de autoestima y una pesadísima aflicción por verse expuesto una y otra vez en los medios de comunicación.
Casi tres años después de la exoneración oficial de Blair, el cantante de Radiohead puso sus vísceras a secar. «Es la canción más furiosa que he escrito en mi vida. Por la manera en que veo todo, no llegaré al fondo de las cosas porque no me corresponde indagar a tal grado, pero acaba siendo algo muy incómodo», declaró Yorke con el semblante de quien se acaba de beber dos copas de entera frustración.
Tal vez, algún día, el flaco deba encomendarse al destino y dejárselo todo a la sabionda y despiadada karma police…
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