1997. Richard Ashcroft camina por una larga calle del norte de Londres y desplaza a cuanto individuo se le cruza en el camino. Va entonando «Bitter Sweet Symphony» con el ceño fruncido, la mirada fija y el cabello tapándole la frente. Muy british el flaco.
Este video pasa a la historia como uno de los más recordados de la década de los 90. Es una idea simple, pero fantástica, la cual se inserta en la colectividad musical y no se olvida. El ente fanfarrón y soberbio que encabeza The Verve hace una declaración contundente al mundo y la banda comienza con este clip su época dorada. Millones de dólares caen a sus cuentas bancarias aunque el embrujo del grupo no hechiza durante tantos años como ellos quisieran.
Pero… ¿cuál fue exactamente el tramo que recorrió Ashcroft en aquel 1997? La respuesta es Hoxton Street, en el municipio de Hackney, en el noreste de Londres.
Tras mirar brevemente al cielo, Richard comienza su caminata en el número 94, justo donde se intersecta la mencionada calle con Falkirk Street. Está claro que el video tiene varios errores de continuidad, pero quizá lo más curioso es que debió filmarse durante dos días, a pesar de que se había presupuestado sólo uno. Esto porque, ante la idea de que el cantante desplazara a quien se le pusiera enfrente, uno de los individuos que padeció esta «agresión» reaccionó de manera ríspida y se le fue encima al artista. Sí, el objetivo es que todo se grabara con gente normal, sin extras, en una situación natural y sin que las personas supieran que eran parte de una producción.
Para el segundo día de labor, el director Walter Stern echó mano de extras. No fuera a ser que algún incauto lastimara al flaco y, entonces sí, la sinfonía supiera más agria que dulce.
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