The Offspring no quiso despedir la década noventera (la de su máximo esplendor) sin antes lanzar una serie de creaciones sólidas, enmarcadas en Americana, uno de los discos más recordados de su carrera.
Una de las tres perlas promocionales de aquel trabajo era «The Kids Aren’t Alright», un bombazo cuando fue interpretado en un viernes de Woodstock de 1999 y cuyo título de inmediato remitía a los puristas y melómanos a aquel legendario trabajo de The Who.
Hijo de un administrador de hospital y una maestra de escuela, el carismático vocalista Dexter Holland se inspiró en su niñez, en su barrio, en su vida inmadura. Puso neuronas al servicio del pasado y la nostalgia, y volvió a la región de Garden Grove, en Orange County, para visitar a un familiar y, de paso, conocer la suerte de varios conocidos de quienes se alejó por azares del destino. Ahí encontró el discurso que pronto se volvería una crítica mordaz al sistema estadounidense.
El viaje fue una experiencia traumática al percatarse de que algunos amigos de antaño habían corrido con poca suerte en sus respectivas vidas.
«Compuse el tema al ver mi antiguo barrio completamente roto. Me quedé paralizado al saber lo que le había sucedido a varios conocidos. No quiero decir nombres, pero uno terminó en una institución mental, otro murió al ser arrollado por un auto, uno de ellos consumía crack de tal modo que terminó matando a su hermana e incendiando su casa. El barrio de clase media no era malo, pero de pronto pasaron todas estas cosas», reveló en 2005 Dexter, un hombre con un destino distinto y quien en su momento pudo terminar estudios en Biología Molecular, años antes de contraer nupcias y convertirse en padre.
Aunque con personajes ficticios, el artista puso manos a la obra en las letras de «The Kids Aren’t Alright», donde habló del embarazo no planeado de «Jamie», la adicción a la mariguana de «Mark», el repentino suicidio de «Jay» y la sobredosis fatal de «Brandon». Sólo él sabrá cómo se relacionaba cada personaje con sus antiguos amigos.
Había que retratar las vidas frágiles de una nación poderosa. El cuerpo sano, las células enfermas.
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