«No hesitation, no delay, you come on just like Special K, just like I swallowed half my stash, I never ever want to crash«.
Del tercer álbum de estudio de Placebo se esperaba mucho y Black Market Music, editado en el año 2000, no decepcionó en absoluto.
«Special K» es quizá el sencillo más recordado de aquella época en la cual Brian Molko empezaba a dejar los excesos de su ambigüedad sexual, al menos en apariencia. Andrógino como pocos en los dos primeros álbumes, para esta oportunidad el frontman de la banda parecía menos «bizarro».
El título de aquella composición era otro punto de discusión, pero lejos de las primeras interpretaciones que incluso apuntaban a la obviedad de la célebre marca de cereal, Molko estableció en las respectivas explicaciones algo menos banal.
«‘Special K’ habla de un tema que ya se había explorado. Es una canción simple que básicamente compara el amor a primera vista con el frenesí propio de las drogas. El resultado de enamorarse de alguien es similar al del consumo de una droga. En ambos casos, hay un gran levantón y después una horrible caída», le dijo Brian a XL Magazine en noviembre de aquel 2000.
Abundando en el término que da título al tema, Special K es el nombre de una droga callejera llamada ketamina, con un enorme potencial alucinógeno.
«Yo la consumí una sola vez, hace como 10 años. Creo que en los años 50 o 60 se la suministraron a algunos astronautas para desatar la sensación de antigravedad y, ciertamente, así se siente», abundaba Molko cuando un periodista le comentó que esta droga incluso se usaba como anestesia para los elefantes.
«Sí, bueno, no la recomiendo. Con una vez tuve suficiente».
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