Muchos recuerdan tanto la canción como el video en el cual Chris Martin avanza en reversa en compañía de una mujer que funge como su novia, partiendo de un accidente hacia el origen del mismo.
«Para el segundo disco de nuestra carrera, partí de una sensación de que algo faltaba. Estaba en una habitación oscura en la ciudad de Liverpool en la que había un piano viejo. Intenté tocar la canción ‘¿Isn’t It a Pity’ (de George Harrison), pero fue imposible, así que improvisé algunas notas y rápidamente salió este tema. Pedí que encendieran la grabadora y, básicamente, lo que se escucha en A Rush Of Blood To The Head brotó de ello», le contó Martin a la revista Rolling Stone en julio de 2005.
Otra bella composición que sale de la improvisación, de la magia jamás planeada.
«Es simplemente acerca de las mujeres. Es sorprendente cómo, a pesar de que uno puede preocuparse por cosas de la vida como los problemas ambientales o una crisis económica, al final… lo que más ocupa la mente es la conquista de una mujer», comentó el vocalista en otra entrevista.
Por cierto, para el mencionado video de «The Scientist», Chris Martin debió aprenderse la canción al revés, con tal de que se pudiera lograr el citado efecto.
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