RADIOLARIA

Entre el fin de año de 1997 y el verano de 1998 medio planeta entonó el estribillo de la desoladora «Torn»: «I’m all out of faith, this is how I feel, I’m cold and I am shamed, lying naked on the floor. Illusion never changed… into something real…»

Había quienes tensaban los pómulos y entregaban todo al imitar a Natalie Imbruglia, australiana de ojos cristalinos y labios carnosos que semanas atrás era una simple desconocida, pero que ahora salía, salía y volvía a salir en MTV gracias al videoclip en el que robaba cámara junto al fortachón actor británico, Jeremy Sheffield.

Menos ruda que esa reina de los noventas de apellido Morissette, la guapa Natalie lanzó «Torn» en noviembre de 1997 como primer empujón de Left of the Middle, disco debut que representó su único momento de gloria irrebatible en la galaxia musical. Dos que tres singles más y después… todo hacia abajo. Si bien fabricó algunas buenas composiciones en trabajos posteriores, ninguna enseñó más músculo que la canción de los descorazonados. Así que, a falta de joyas patentadas por la ojiverde, el corte es el testimonio único que justifica su carrera, el roble que da sombra al resto de su catálogo, la carreta que carga con todo lo demás.

Acaso por ello, cuando iban a cumplirse veinte años de aquella semana en que el sencillo vendió 135,000 unidades en Reino Unido y se apoderó de las listas de popularidad en España, Bélgica, Dinamarca y Suecia, la británica Official Charts Company preguntó a Imbruglia si «Torn» no era ya materia de hartazgo. La cantante exprimió limón sobre su respuesta: «Me hice una promesa de que esa canción jamás me iba a amargar. Sabía que la cantaría para siempre y que debía seguir siendo su amiga. ¡Y lo hice! Ha dado alegría y felicidad a mi vida y me ha permitido ser incluso generosa con mi familia. Me cambió la vida.»

Evidente y total orgullo de la cantante, con todo y que dicho hit no fue sino una simple versión actualizada y enchulada de una pieza que la banda Ednaswap había lanzado como parte de su debut en 1995. Lo más irónico es que los integrantes de este grupo formado en Los Angeles jamás se sintieron satisfechos en las tandas de grabación y terminaron desacreditando su propia gema porque no sonaba como ellos pretendían.

«Lo positivo de todo esto es que si ‘Torn’ es tocada en la radio nosotros ganamos dinero», le dijo a Howard Stern sin tanto drama Anne Preven, cabecilla de Ednaswap que compuso la canción junto a Scott Cutler y al ex The Cure, Phil Tornalley.

Así que a Imbruglia no le quedó otra que lucir esa voz de niña mimada y comerse el malvavisco que alguien más había asado ya. Y su tersa reinterpretación, producida precisamente por Tornalley, le obsequió un lugar sólido en la industria y le hizo despachar más de cuatro millones de copias del single, garantizándole asiento de privilegio en la gala del Grammy en febrero de 1999. Ahí, con todo y su fresca sonrisa y una gabardina de la cual colgaban graciosos espejitos, su aspiración se hundió a costa de Céline Dion y esa conocidísima oda al trasatlántico más popular de la historia.

Pero, bueno, varios años después… no hay duda: la voz pertenece a esas letras y viceversa. Como si se tratara de una ecuación matemática, «Torn» nunca funcionó sin Natalie y Natalie tampoco ha brillado sin «Torn».