Hace 25 años, el grunge gritó con rabia tras las puertas de los estudios Reciprocal de Seattle.
En ese pequeño inmueble de madera, la tarde del 23 de enero de 1988, el joven Kurt Cobain imploró por una oportunidad al productor Jack Endino para grabar el demo de un corte llamado «If You Must».
Un minuto y 10 segundos después de comenzar la prueba, Endino quedó impactado con la garganta del rubio. Comprendió que Cobain, Krist Novoselic y Dave Foster (por entonces el trío carecía de nombre) podrían ser el monstruo que hiciera frente a los grandes rockeros de California. Guiado por tal corazonada, el célebre productor de Soundgarden y Mudhoney aceptó grabar el álbum debut de Nirvana en enero de 1989.
Pocos imaginarían que Bleach, el disco que definió el movimiento musical más importante de final de siglo, se grabó en apenas 30 horas, pagando 600 dólares a Endino, monto que Cobain cubrió con dinero prestado de su amigo Jason Everman, a quien la banda retribuyó inmortalizándolo en la carátula del álbum.
«Fue su manera de cantar, pero especialmente su grito, lo que me capturó. A veces Cobain no necesitaba cantar, sino sólo gritar. Había algo único en él y lo noté desde el primer demo que grabamos», me contaba hace tiempo Endino en una charla telefónica.
«Nirvana estaba compuesto simplemente por chavos ingenuos con ganas de hacer música. No tenían un plan maestro, aunque Kurt quería lograr algo para al menos no tener que estar vendiendo hamburguesas».
Como pasa con muchos álbumes, el éxito de Bleach fue retroactivo. Sus ventas fueron modestas en los primeros meses, y no fue sino hasta la publicación del siguiente trabajo de Nirvana, el celebérrimo Nevermind, que los fans quisieron conocer las raíces de la banda. Así, el disco debut de Nirvana se volvió masivo.
«Iggy Pop me dijo que, pese a todo, el mejor disco de Nirvana es Bleach, y coincido. Me gusta porque suena auténticamente a Nirvana», decía Endino.
Imagínense. Pensar que existe un disco que suena más a Nirvana que Nevermind podría ser un sacrilegio. El detalle es que lo dice el mentor de Cobain, el que lo descubrió, el que lo dejó ser COBAIN.
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