La década pasada no comenzó bien para Isaac Brock, el regordete vocalista de Modest Mouse.
Sin desentonar demasiado con su difícil infancia, el joven compositor atravesaba por momentos complicados antes de la edición del álbum Good News For People Who Love Bad News, de 2004. Acababa de perder a dos amigos cercanos, había sido acusado en 1999 de una supuesta violación (resultó una falacia y el músico probó su inocencia) y había pasado 10 días en prisión por chocar en Buffalo bajo los efectos del alcohol.
Ante ello, los fans de la todavía incipiente banda esperaban una reacción reflejada en las letras de Brock, sin embargo, todo resultó exactamente lo contrario. «Float On», el primer sencillo de la mencionada producción era una rítmica oda al optimismo, ad hoc para toda clase de audiencias.
«Estaba cansado de toda la mierda que se había dado en mi vida y de los ratos de oscuridad, con malas situaciones por doquier. Sólo quería sentirme bien por un día», declaró Isaac a The A.V. Club.
El consecuente disco de platino y la nominación a los Grammy fueron apenas pedazos de un éxito merecido por Modest Mouse. En realidad, todo aquel álbum de 2004 condensó varias maravillas, amén de una portada simple, pero fascinante.
«En realidad, nadie está más sorprendido que yo», afirmó Brock con respecto a la aceptación casi unánime en torno a «Float On».
Se entendía su sorpresa. En una época de malas noticias, una tras otra, era difícil recibir una buena. Y más… si eres un joven predominantemente tristón.
Opina en Radiolaria