Así describió alguna vez un fan de Blonde Redhead la música de sus ídolos. Y sí, evidentemente era italiano, al igual que dos de los tres integrantes de la excepcional agrupación que, disco a disco, ha escalado el caracol evolutivo.
Ahora bien, el manual para usar correctamente al grupo incluye: un sofá, una noche, una vela apagada, un cómplice, una locura en mente, un caballo, una gota de sangre, un pañuelo y un mínimo gusto por los ojos japoneses.
El aderezo… al gusto.
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