El asunto pasó de melosidad a melancolía el 8 de julio de 1997. Tras las azucaradas «Who Will Save Your Soul» y «You Were Meant For Me», Jewel mandó al mercado «Foolish Games» como tercer gajito de Pieces of You, el debut discográfico de la rubia de ojos pequeños y voz de hilo.
Fue el lanzamiento oficial de la balada luego de continuas tandas de grabación que comenzaron en 1994 y de la propia publicación del álbum en 1995, carente en un inicio de punch en las listas de popularidad.
Fue hasta después de que el mismísimo Bob Dylan se fijó en la estadounidense y la invitó a ser telonera de su gira de conciertos que Jewel decidió relanzar la placa y, ya encarrerada, brindar una nueva oportunidad a una tirilla de sencillos. La maniobra incluyó una toma definitiva de «Foolish Games» con resultados de oro: segundo sitio en el Billboard Hot 100, primer lugar en Canadá y una nominación al Grammy.
Basada en un amor que aparece en esa época adolescente que todos intentamos surcar sin suplicios ni martirios, la lírica cala hondo. Con un piano cortavenas, la compositora y amante de los versos de Octavio Paz y Pablo Neruda hace en poco más de cinco minutos -la versión para radio fue cercenada- la síntesis de un airado reclamo a un chico. Se siente relegada, desplazada, hecha a un lado por este devoto del arte barroco, de Mozart y de las mañanas con olor a cigarro.
Idilio que se debilita cada veinticuatro horas, juegos tontos que han dejado a la protagonista de rodillas, frustración convertida en canción, homenaje al desamor que Jewel edificó inspirada en una amarga experiencia personal y en otra gema musical en la que también pululaban las tormentas del alma y los sismos del corazón.
«Siempre me fascinó ‘Famous Blue Raincoat’, de Leonard Cohen, y me sentía tentada a componer algo que proyectara una serie de imágenes y angustia. ‘Foolish Games’ comenzó como un poema -lo escribió a los 16 años- que luego mutó en canción», afirmó la nacida en Nashville que hizo sus pininos cantando frente a pirujas y borrachos en los bares de San Diego, antes de que otro consagrado como Neil Young le echara ojo y decidiera apadrinarla.
Varios años después, ya con elevada reputación y alabanzas cosechadas en la industria, la cantante montó la ola de las coaliciones pop junto a la entonces ascendente Kelly Clarkson.
«Simplemente anhelaba reinterpretar algunas canciones y siempre deseé hacer ‘Foolish Games’ con una gran intérprete. Kelly estuvo dispuesta a acompañarme y creo que le dio a la pieza algo nuevo y fresco. No sé, pienso que permitió a los fans apreciarla con una nueva luz. Es una interpretación muy emotiva, grandiosa», opinó la norteamericana en 2013.
En la portada albiazul de Pieces of You, cuyas canciones llevaron a la artista a despachar más de diez millones de unidades, se lee: «Lo que conocemos como naturaleza humana es, en realidad, hábito humano.»
A saber cuántas mujeres se identifican con los juegos tontos del amor adolescente, vivencialmente o atestiguando el crack desde la barrera.
«You took your coat off and stood in the rain, you’re always crazy like that, and I watched from my window, always felt I was outside looking in on you…»
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