Sin darle muchas vueltas la revista Time la colocó como la cuarta mejor canción de 2015, un año en que la sonrisa de Adele era tan elástica que copaba oriente y poniente.
No faltaron los que acusaron a la publicación de irse por la fácil y destacar en su conteo una balada-piano de una artista tan masiva, exitosa y amada prácticamente desde que cuatro años antes puso en órbita el multivendido 21, abanderado por «Rolling in the Deep».
El tema que concentraba ahora la atención era «When We Were Young», un archipiélago de melancolía coronado por esa voz monumental que de golpe le sembró severas dudas a quienes en las últimas dos décadas habían querido poner en el Olimpo a Whitney, Mariah y Céline. Casualidad. Puras sirenas de Norteamérica bien arrimadas a la industria y especializadas en bandas sonoras.
Pero acá, a ritmo de bisiestos, la británica del barrio de Tottenham irrumpió de nuevo y volvió para dejar en claro que su material blockbuster de 2011 no había sido un temblor aislado. Y sin tanto grito, aventó por delante esta composición cuya inspiración podría tacharse de rareza, al referir a eventos que han de suceder unos 25 años después del momento en que la inglesa los concibió. Allá, en el futuro imposible de asegurar.
«Está basada en nosotros pero más viejos, en estar reunidos en una fiesta con todos los que alguna vez nos fueron importantes, con todos a quienes amaste, de quienes te enamoraste, esa clase de cosas», dijo Adele en noviembre de 2015 cuando apareció partiendo plaza en las cabinas azules de Sirius XM. «Un sitio donde están todos a sus 50, donde no importa la edad y te diviertes a tal grado que sientes que tienes 15 otra vez. Es esa clase de vibra, como si nos permitiéramos fotografiarnos en este momento preciso… en caso de que sea el último», añadió con respecto a la tonada que escribió con el canadiense Tobias Jesso Jr.
«You look like a movie, you sound like a song, my God reminds me of when we were young…» son los versos preferidos de Adele, quien decoró los shows de la gira de promoción de 25 con imágenes de su infancia.
Este segundo sencillo de 25 escaló hasta la novena posición del chart británico y al sitio 14 en el Billboard Hot 100. Pero tal vez lo más satisfactorio para Adele fue la gran acogida que recibía el corte cada vez que era entonado en directo durante su tour.
Se recuerda, en particular, la emotiva interpretación del mismo en la última noche de Adele en la Ciudad de México, el 15 de noviembre de 2016, envuelta en la bandera tricolor e hinchando corazones a granel dentro de un abarrotado Palacio de los Deportes.
Hablando de fiestas y lugares especiales donde «todos ellos» están reunidos…
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