«Los seres humanos están sujetos a dos fuerzas innegables: el instinto de supervivencia y el instinto de reproducción. Nunca nos libraremos de estos motores. Echando un vistazo a la historia, debemos concluir que una barricada que se interpone en el tema de la sexualidad se basa en la enseñanza del cristianismo».
Así se expresó el rumano Michael Cretu, productor y creador de Enigma, exitosísimo proyecto que con el single de impacto inmediato, «Sadeness (part 1)», devoró las estaciones de radio de la época y encabezó los listados en 41 países en 1990.
Aquel sencillo era estrictamente la primera de tres partes de «Principles of Lust», una composición de casi 12 minutos colocada como segundo track del álbum MCMXC a.D, un auténtico coctel de cánticos gregorianos y referencias sexuales que escandalizó a más de uno y que le mereció a Enigma el mote de «proyecto blasfemo» por parte de organizaciones religiosas y críticos.
En cuanto a la inclusión del sexo y la lujuria en el tema que luego debió convertirse en un sencillo de sólo tres minutos para su lanzamiento en julio de 1991, Cretu dejó clara su postura con un aluvión de conceptos en contra de la Iglesia Católica, a la que llamó la «corporación más antigua del mundo».
«Es un club misterioso y en extremo paradójico. Uno podría componer cinco álbumes dobles acerca de estos señores. Conectar los coros con el Marqués de Sade debería reflejar una de las discusiones interminables: la tormentosa discrepancia entre iglesia y la sexualidad», dijo con punzante aguijón verbal el creativo rumano.
El esposo de la cantante Sandra jamás se declaró un paladín de la lujuria, mucho menos pretendió alimentar a los tabloides europeos cuando llegó el momento de hablar de sus creaciones, aunque sí criticó específicamente algunas acciones de El Vaticano, como prohibir el uso de los anticonceptivos.
«De ninguna forma siento que el Papa es un hombre de buena voluntad. Está trazando el camino equivocado, lo cual es muy desafortunado porque pienso que las creencias y la religión son cosas positivas. Abordo la sexualidad en el disco de una manera ligera en la trilogía ‘Principles Of Lust’. Meramente deseaba establecer procesos de reflexión acerca de la Iglesia y la sexualidad. Ni formulo preguntas ni ofrezco respuestas con lo que compongo».
Interesante postura del hombre detrás de dichos cánticos gregorianos, mezclados con gemidos a cargo de su mismísima mujer en ciertas partes de la pieza.
El hombre que, a cambio de una indiscriminada exposición en los medios, optó por promover sus canciones enviando en la Navidad de 1990 a un buen número de individuos disfrazados de monjes a vender en las calles de Oslo las cintas de MCMXC a.D.
«Principles of lust are easy to understand, do what you feel, feel until the end, the principles of lust are burned in your mind…»
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