RADIOLARIA

Yo te amo… tú me pagas la renta.

Un arreglo, un pacto de vasta conveniencia entre hombre y mujer encumbrado en la voz alfombrada de Neil Tennant. Ahí vive «Rent», uno de los sencillos fundamentales en el catálogo del Pet Shop Boys juvenil, ese que hasta presumía copetones. Canción deliciosa que no se empolva con el trote del tiempo, a pesar de que vio la luz en 1987.

El vocalista de la mirada infantil no se basó por completo en un episodio real para esculpir las letras que pronto serían blanco de morbo, mitos y especulaciones, con todo y que la mancuerna que completa Chris Lowe -tan expresivo como un búho en plena madrugada- jamás se ha caracterizado por desatar incendios con la chispa de sus composiciones.

«‘Rent’ es algo curioso. Me imaginé simplemente a una mujer mantenida por un político. Cuando la gente me preguntaba cuál era la palabra escondida entre ‘I love you‘ y ‘You pay my rent‘, no sabía qué contestar. El título salió meramente del hecho de que nos gustaba tener nombres que provocaran algo. Un asunto muy punk«, reveló Tennant en 2013 a la revista Mojo. «Nací en una época en la que la gente no tocaba el tema de sexo en casa, cuando un sinnúmero de cosas no se expresaba, así que de alguna manera uno tenía que entender todo entre líneas, al grado de que podía no saber a qué apuntaban las canciones.»

Por largo tiempo se creyó que la idea inserta en esta historieta corría exactamente en la dirección contraria y que involucraba a una mujer acaudalada de edad avanzada que se servía a modo de un jovenazo pirujo que le obsequiaba compañía al interior de su enorme mansión. Sin embargo, Neil puso en orden el rol de los géneros y en las páginas de The Art Of Noise: Conversations with Great Songwriters reorientó el morbo y le dijo a Daniel Rachel que en «Rent» aterrizaba aquel ruidoso rumor en el cual el ex senador estadounidense, Edward Kennedy, era señalado por supuestamente mantener a una de sus amantes en un departamento en Manhattan. Igual, con el amor ahí, compensando, haciéndola de moneda. Mientras el político iba a la peluquería y quedaba listo para sonreír muy mono ante sus muchos públicos, una guapa señorita esperaba por él, encerradita, calladita, medida, complaciente. Y Tennant quiso ser cronista, amparado en lo que acostumbraba declarar en los shows de promoción de 1987: «Muchas letras están inspiradas en experiencias propias, otras en vivencias ajenas.»

En fin, el tan gustado tercer single del álbum Actually -la mismísima Liza Minnelli se rindió ante la joya de la dupla inglesa: «Escuché una canción llamada ‘Rent’, de Pet Shop Boys, y me encantó porque era realmente poética, vagamente cínica y un tanto aznavouriana»- trepó hasta el octavo escalón del listado de Reino Unido y, pese a que no movió las fibras estadounidenses, enamoró por completo a programadores suizos, italianos, irlandeses y alemanes.

En una era políticamente conservadora, los encerrones a los que se hizo alusión en la canción, reales, ficticios o todo lo contrario, calentaron el agua en la isla… usualmente fría.

«You phone me in the evening on hearsay and bought me caviar, you took me to a restaurant off Broadway… to tell me who you are»