Fue después de una gran noche de farra y alcohol en compañía del tecladista Derry Brownson, cuando al guitarrista y mandamás de EMF, Ian Dench, le vino a la mente la melodía del que sería el mayor -y único- éxito en la carrera del quinteto británico: «Unbelievable».
Apenas amanecía y aún con el impulso de tales excesos, el joven de entonces 25 años de edad tuvo una especie de epifanía tras la cual surgió este himno que nutriría la programación de MTV de manera inimaginable.
«Andaba en bicicleta completamente borracho y tambaleándome, pero sintiéndome muy bien al mismo tiempo. Había gente a mi alrededor y me gritaban sin que yo entendiera mucho», contó Dench a The Morning Call en 1991.
El corte, entusiasta por todos lados y adictivo al grado de hartar a sus propios intérpretes al convertirse en un clásico instantáneo, no puede desligarse de la vibra de los años 90. A partir de su lanzamiento en Reino Unido en noviembre de 1990, y en Estados Unidos en mayo del año siguiente, «Unbelievable» se apoderó sin misericordia de las pistas de baile y de la radio comercial.
«Ya nos cansamos de la canción, pero la reacción que desata… inunda de una tremenda energía a la gente y a nosotros mismos como banda», confesó Dench en julio de 1991.
El sencillo, contenido en el álbum Schubert Dip, llegó al tercer peldaño del chart inglés y al sitio de honor en el Billboard Hot 100, lo que propició que EMF se agendara en aquel año una ronda de 30 presentaciones en territorio estadounidense. Sobra decir que dicho tema era repetido en el repertorio de sus conciertos, un poco por la euforia de sus fans y otro poco por falta de cortes para actuar, al ser aquel disco, además de un collage de guitarras, hip hop, dance y sampleos, su debut oficial como banda.
Fue tal el impacto del single que el mismísimo Tom Jones la interpretó en muchos de sus recitales e incluso se unió a la banda para cantarla juntos.
«‘Unbelievable’ es un tema genial. La incluyo en mis shows, en cualquier lado donde me presento», le dijo Jones a los creadores del hit en una emisión especial transmitida en aquella década.
La agrupación no volvió a montar una gran ola y se disolvió poco después con el gran estigma de ser uno de esos exponentes one hit wonder de los años 90. Los reencuentros desde entonces han sido intermitentes y la existencia de la cuadrilla como tal depende del momento en que uno se lo pregunte.
Quizá la mayor noticia proveniente de su entorno se dio en 2002, cuando su bajista Zac Foley falleció súbitamente en Londres, apenas a los 31 años de edad.
La vida que puede dar un gran momento de fama y a la vez golpear con un inesperado día de desgracia.
Opina en Radiolaria