Y un buen día, el mismísimo David Bowie contactó a Placebo para decirles que estaba encantado con la música que el trío hacía y, particularmente, con «Without You I’m Nothing», el tema que dio título a su segundo álbum. Pero el asunto no quedó en alabanza simplemente, ya que el «Camaleón» les propuso grabar una nueva versión juntos, o bien, que le permitiesen hacer un cover del track.
El pintoresco Brian Molko y sus secuaces no la pensaron demasiado, aunque más que una nueva versión, sólo colocaron la capa de voz de David sobre la pista original.
«Bowie vino al estudio, empezó a cantar y, ¿cómo decirlo?, Estábamos detrás del ventanal y decíamos: ‘¡Carajo, es Bowie!’. Fue algo mágico. No puedo decir que fue un sueño hecho realidad porque nunca pienso en cosas así, pero sí admito que fue uno de los momentos más apasionantes e inolvidables en mi vida», le contó Stefan Oldsal a Rock Sound en septiembre de 1999.
El hecho de que muchos feligreses de Placebo consideren «Without You I’m Nothing» como un himno y hasta una canción de amor siempre le ha parecido algo gracioso a Molko, quien en su momento no pudo dar crédito cuando a través de la prensa británica se enteró de que una pareja había contraido nupcias con tal corte.
En noviembre de 2000 el vocalista desahogó parte de eso en una entrevista con Guitar Part: «Siempre he percibido una enorme ironía al respecto. Seguramente muchas parejas hacen el amor con esta canción de fondo, pero tanto ésta como ‘My Sweet Prince’ refieren a relaciones que se están desmoronando. Son piezas muy deprimentes, pero que la gente traduce como una gran prueba de amor».
Al tiempo, la composición maduró y gozó de momentos de esplendor y celebración en los tours de la banda, además de que Brian la colocó a mediados de la década pasada como una de sus favoritas, junto a «Special Needs» y «Pure Morning». Ya luego… fue diluyéndose de los sets en directo.
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