RADIOLARIA

Cerca de la Navidad de 1969 el ultra pacifista Willie Nelson perdió la calma y olvidó en casa la templanza cuando supo que su hija Lana estaba siendo presa de actos violentos de su esposo Steve Warren, con quien se había casado a los 16 años. Debajo de ese famoso sombrero yacía un tornado de rabia.

«Fui por mi camioneta y conduje hasta el sitio en el que vivían Steve y Lana. Este hombre me hizo encabronar y le advertí que si volvía a poner una mano encima de Lana le llenaría el culo de plomo», reveló Willie en su autobiografía.

Pero la amenaza no fue tomada como se esperaba. Lejos de amedrentarse, Warren guardó entre sus tensas sienes cada palabra de su suegro, abrió la puerta del coche, encendió la máquina y condujo con prisa hasta la casa que poseía éste en la pequeña y apacible localidad de Ridgetop, Tennessee. Apenas llegó, se portó a la altura de un rijoso injuriado y, sin miramientos, hizo volar pájaros al disparar su rifle calibre 22 en contra de la propiedad del astro del country.

«Estaba parado en la puerta de mi granero cuando una bala dio justo en la madera, apenas centímetros arriba de mi cabeza», contó Nelson, quien tratando de retomar la ventaja en el marcador de esta contienda de plomazos, agarró un rifle M-1 y disparó sobre el coche de Steve. Éste no vio forma de alzar el brazo y huyó, mas no para rendirse, sino para tomar a su hijo Nelson Ray y marcharse.

El hecho fue entendido por Lana como un secuestro, pero de forma inexplicable Steve enfiló de nuevo hacia la morada de Willie, quien una vez más recibió su vehículo a tiros, ponchándole una de las llantas: «Entonces Steve llamó a la policía, pero cuando llegó el momento de explicar las cosas, omitió todo lo que hizo: la paliza que le dio a mi hija, el intento de secuestro, los disparos…»

Los uniformados prefirieron no inmiscuirse en laberintos familiares y optaron por retirarse, así que la anécdota de fogonazos, conocida por la familia del cantante como el Great Ridgetop Shootout, sirvió de base para la manufactura de «Shotgun Willie», tema incluido en un álbum del mismo nombre que, entonces, se convirtió en el más vendido en la carrera del músico de la trenza.

En noviembre de 2013 una fan llamada Debbie Saville preguntó en la página oficial de Willie Nelson si el desenlace de esta vieja historia había incluido la ruptura matrimonial de su hija. El texano que ha compuesto más de 3,000 canciones respondió con presumible orgullo: «Lana ya no está casada con él, y tanto ella como su hijo Nelson Ray han tenido una vida sana y muy feliz.»

La mencionada casa en Ridgetop se incendió de manera misteriosa e inexplicable el 23 de diciembre de 1969, pero su dueño, lejos de hacer drama, entró corriendo a la estancia en llamas y se las arregló para salvar de entre los escombros un par de posesiones en extremo valiosas: su mellada guitarra Trigger y un sobrecito de marihuana de procedencia colombiana.

Así se las ha gastado el tipo siempre indomable, el veterano a quien alguna vez se le llamó «Jesucristo en un mal día», el rebelde nacido en la Gran Depresión que jamás quiso seguir los caminos pavimentados.

«Shotgun Willie sits around in his underwear, biting on a bullet and pulling out all of his hair, Shotgun Willie’s got all of his family there…»