RADIOLARIA

Y un buen día… Muse sorprendió con un zumbido electrónico y un tema engañosamente minimalista, titulado «Madness», que comparte más ADN musical con Kraftwerk que con la propia historia de la banda de Devon. Allá, lejos del rock británico que llena estadios y desata el slam.

Fue un embrión que de pronto se volvió «la mejor canción de Muse», según Matt Bellamy.

«Sentí que debíamos tomar esa dirección porque normalmente todo lo que hacemos es demasiado teatral. Aquí estaba inmerso en una burbuja de minimalismo y así fue concebida la canción. Era solamente yo en un cuarto, desalentado», contó Matt a Radio.com en enero de 2013, cuando se le pidió explicar las motivaciones detrás de la pieza.

«Desalentado» fue el término que usó, ya que se dirigió al estudio de grabación justo cuando acababa de tener una fuerte discusión con su pareja, la actriz Kate Hudson, tras la cual ésta se refugió en casa de su madre. Bellamy, frustrado a más no poder, pensó en la mejor forma de canalizar la miseria emocional, acompañado por una caja de ritmos y un sintetizador.

«Tienes una pelea con tu novia y ella te deja pensando todo el día en eso. Yo me pregunté ‘¿Qué estoy haciendo?’ Simplemente tenía que sacar algo del hecho. No podía quedarme dándole vueltas al asunto todo el día», dijo el frontman del trío.

Como segundo sencillo de The 2nd Law, «Madness» alcanzó la cúspide en los ramos rock y alternativo del Billboard, además de ser nominada a Mejor Canción de Rock en el Grammy. Pero el desenlace de la historia sentimental fue igualmente interesante.

Según confesó al NME, Matt terminó yendo a la casa de su suegra, Goldie Hawn, con un ramo de flores en las manos, una dosis de arrepentimiento y la firme intención de reactivar los buenos modos y las sonrisas eléctricas con Kate.

«Estoy seguro de que muchos nenes han pasado por esta experiencia en las primeras etapas de sus relaciones, en las cuales uno piensa… ‘Sí, ella tiene razón», abundó el artista.

Algunos medios han elucubrado y señalado que el británico se molestó por la muy buena amistad que hay entre Hudson y el actor Larry David.

Sólo ellos saben. Las cosas detrás de la puerta de la recámara se quedan… en un discazo de rock.

«And when I look back at all the crazy fights we had, like some kind of madness was taking control, yeah. And now I have finally seen the light and I have finally realised what you need…«.