
«More Than Words» y mucho más que una canción.
Para octubre de 1992, cuando Gary Cherone se entrevistó con The Daily News, la balada ya era un monstruo suelto por todo Estados Unidos.
La idea del medio y del rockero era hablar del tercer disco de Extreme, pero eso le importaba a ellos y a sus parejas. Un año y medio después del lanzamiento del sencillo de guitarra acústica
Conocidísima, dominante en el amanecer de los años 90, pausada, agradable y entrañable a juicio de millones de corazones.
El video de dos matudos bien peinaditos, sentados sobre dos banquitos y cantando suavemente esta balada, copó horas y horas de exposición cuando MTV se consolidaba como el principal proveedor de música en televisión. En ese sentido, pocos imaginaban que la esencia de la banda Extreme recaía más en el rock pesado que a composiciones del estilo de la referida creación.
Al más puro estilo de los acústicos que convirtieron el Unplugged en la marca registrada de aquel canal de videos, la pieza se escurrió por doquier, a pesar de que no era precisamente lo romántica que la gente pensaba. De hecho, todo el sentido se basaba en que las palabras «te amo» habían perdido fuerza.
«La gente cree que uno sale a la calle y está destinado a enamorarse, pero muchas veces nada de ello es real», explicaba Nuno Bettencourt a The Albany Herald en su edición del 20 de junio de 1991.
«Decimos esas palabras tan fácilmente y tan a la ligera que creemos que se puede decir que y arreglar todo. A veces hay que hacer más y demostrar que hay otras formas de decir ‘te amo’».
Justo en el momento de la declaración de Nuno, el citado periódico de Georgia publicaba en otra página el chart de Hot Singles, y «More Than Words» era únicamente superado por «Rush Rush», de Paula Abdul, y «I Wanna Sex You Up», de Color Me Badd.
De aquellos mandones y matudos, hoy queda muy poco. Más que palabras, brotan recuerdos de una época en que ser acústico era muy apreciado.
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