Nunca fueron moldes ad hoc para vender figurillas suyas en Harrods, mucho menos modelos a plasmar en galerías londinenses o, ya como mínimo, en el mercado de Camden.
De hecho, Depeche Mode siempre fue una banda que cosechó críticas en su país, considerada un nido de fans desadaptados que no formaban parte del típico estilo británico. Y, sin embargo, acá estaban anoche, más de 30 años después, rodeados y venerados por 20,000 londinenses entregados en la segunda noche al hilo en la O2 Arena, oliendo a cerveza, a sudor y a una fidelidad que emergió, curiosamente, mucho después que en otros países.
Debajo de una inusual noche helada y en el segundo mayo más frío de los últimos 15 años, el trío Gahan, Gore y Fletcher ha derrotado a la noche previa en Londres con un set que ha roto con lo establecido en el Delta Machine Tour al incluir por vez primera en la tanda «In Your Room», «Behind The Wheel», «World In My Eyes», «John The Revelator» y «Soft Touch/Raw Nerve».
«Había que sorprender a la ciudad que siempre nos ha odiado», diría en otros tiempos el joven Gore, ese que prefirió emigrar y conquistar rubias estadounidenses en los años 80. Vaya, perderse en alguien más para encontrarse, tal cual reza «Only When I Lose Myself», una de las más emocionantes de la noche (en voz del propio rubio).
En cuanto a Gahan… se niega a envejecer por todos los medios. Torso desnudo, chaleco eterno que parece la misma obra vista 1000 veces, pose mesiánica a la Devotional y tatuajes al aire. Angel por dentro y diablo por fuera. El flaco es un demonio que ha colocado en el contoneo de la cadera una sugerencia de sexo que jamás cumplirá a sus devotas. Chacal cabrón, el felizmente casado que muestra a todas la carta de postres que no pueden comerse.
Dave hace funcionar nuevas como «Angel», «Soothe My Soul» y «Secret To The End» con la seguridad que da ser uno de los más grandes frontmen de la historia. Monosilábico, pero cautivador y tiempista. Al paladar preciso la uva correcta.
«Mucho mejor que ayer, mucho, muchísimo mejor», grita Dave luego de «Home» y esos coros sin música que se mantienen por varios minutos.
La noche en el hogar de Fletch se escurre como agua y ya los testigos discutirán a las afueras de la O2 cuál fue la más catártica del recital. Si mencionan «Enjoy The Silence», «Personal Jesus» (con su intro de pirujas en el bar), «Just Can’t Get Enough» o «Never Let Me Down Again», ninguno mentirá. Parecería obvio, pero cada una renace y cautiva por ocasión. No son perecederas. Todo lo contrario.
Ya sin chaleco y con el waving hands que nunca falla, Gahan camina por la rampa de los más fieles, desata alaridos y se toma el cabello. Entre miles de brazos sincronizados, la arena es un pandemónium sin par en la ciudad en la que nunca hubo futuro para Depeche Mode.
Así se las gasta el grupo de culto más grande del mundo. Besa a la mujer que jamás lo quiso, la conquista, la abandona, la detesta y la vuelve a besar. Noche al más puro estilo del amor disfuncional.
¿Hay otro tipo de amor?
Setlist – 290513-
Welcome to My World, Angel, In Your Room, Precious, Behind the Wheel, World in My Eyes, Should Be Higher, Barrel of a Gun, Only When I Lose Myself, When the Body Speaks, Heaven, Soothe My Soul, John the Revelator, Soft Touch/Raw Nerve, Secret to the End, Enjoy the Silence, Personal Jesus, Goodbye // Home, Halo, Just Can’t Get Enough, I Feel You, Never Let Me Down Again.
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