Aunque no puedes verlo o escuchar sus gemidos, alguien en este mundo está teniendo sexo justo ahora.
Estas letras, atrapadas en un ritmo delicioso y adictivo de 1991, pertenecía a «People Are Still Having Sex», una de las joyas de oro que lanzó LaTour, un músico de Massachussets, de nombre William, quien exploró la dinámica del dance en complicidad con el productor Terry Baldwin, más allá de que siempre fue un apasionado actor de radio.
El éxito del estadounidense se multiplicó en los antros de aquel entonces con tal canción, la cual, en realidad, era un monólogo de poco más de cinco minutos en el cual el autor subrayaba el fracaso del SIDA como elemento de contención de la sociedad desde la perspectiva del sexo y la lujuria.
«People are still having sex, lust keeps on lurking, nothing makes them stop, this AIDS thing’s not working«.
Para seguir las buenas costumbres y propiciar el entendimiento del mensaje de la canción, en algunas estaciones de radio se pidió que esa última línea fuera sustituida por «This safe thing’s not working«. No resultaba extraña la medida. La concepción que se tenía del SIDA como pandemia tras el final de los años 80 era algo descomunal y desataba grandes dosis de nerviosismo en algunas sociedades occidentales.
LaTour cumplió a la perfección con el molde del One hit wonder y «People Are Still Having Sex», más allá de lograr el número 1 del Hot Dance Club Play de Billboard, se consagró como una de las piezas de museo de la década. Curiosamente su lanzamiento al mercado se dio justo 10 años después de que el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos publicara el primer reportaje sobre un tipo raro de neumonía, «Pneumocistis Carinii», presente en cinco hombres homosexuales de Los Angeles. Ahí se dijo que un agente infeccioso sexualmente transmisible debía ser el causante de esa «nueva» enfermedad.
A veces un hit musical permanece en la memoria de la gente como un documento histórico, un dador de coyunturas y un espejo de épocas. Aquí… la pegajosa canción reflejaba una aparente despreocupación del mundo hacia su peor enemigo: el mundo mismo.
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