Tears For Fears ha sido una de esas bandas de rock que se han reinventado y que se han mantenido a flote pese a los peores pronósticos tanto de sus críticos como de sus más leales seguidores.
Exactamente 20 años atrás pendía sobre el famoso grupo la duda de si, ante la salida de un pilar como Curt Smith, la nave podría mantener el vuelo. La respuesta, contundente por donde se le vea, fue «Break It Down Again», exitosísimo tema que fungió como abanderado del disco Elemental, un esfuerzo que, aunque no oficialmente, fue un material en solitario de Roland Orzabal. Así… tal y como éste aparecía en la portada del álbum.
Habían pasado únicamente cuatro años desde la edición de Seeds Of Love y la mesa estaba puesta para que llegase el cuarto disco de estudio de los ingleses, mas la abrupta salida de Smith sembró la semilla de la desconfianza alrededor del gremio TFF que, en realidad, estaba conformado por un solo hombre melenudo y de chaqueta café, dispuesto a callar bocas y rumores.
Orzabal se volvió un pulpo y fungió como productor, vocalista e instrumentalista entre 1992 y 1993. Pulió grandes demos, seleccionó con calma, se hizo de un buen equipo de colaboradores externos y, al final, construyó un excepcional álbum de 10 canciones. Pero la premisa clave se fundamentó en cortar con el pasado reciente, crear todo en la tranquilidad de su casa en Inglaterra e incluso alejarse de los músicos con los que había edificado la última obra de Tears For Fears.
Además, Roland se convirtió en padre y eso aumentó su animadversión hacia las muchas horas de trabajo en un estudio de grabación.
«Han pasado muchas cosas y situaciones en los últimos años. Sólo puedo decir que ahora me siento más cómodo», declaraba el músico en uno de los shows televisivos de promoción de Elemental.
Con aquellos sonidos generados hace justo 20 años quedaba claro que no mentía. «Gas Giants», «Goodnight Song», «Power» y otras piedras preciosas de 1993 mantuvieron con vida el proyecto al cual, años después, volvería Smith por medio de una charla de reencuentro que demoró únicamente nueve minutos.
Hay cosas en la vida que están diseñadas para sobrevivir sea como sea, y poder escuchar ahora «Break It Down Again» en vivo con Smith haciendo coros es una ironía deliciosa de los caprichos del destino.
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